El modisto estadounidense Ralph Lauren rindió ayer homenaje a España en el desfile número ochenta de su carrera, en el que sorprendió con piezas de inspiración torera y aires flamencos, con guiños al traje de luces y lleno de sombreros cordobeses, y entre las que incluyó hasta una bata de cola.

El diseñador, nacido en el Bronx hace 72 años, cumplió todo un hito en la industria de la moda al organizar con el de ayer ochenta desfiles, y decidió celebrarlo con una presentación dedicada por completo a la tradición española y que ambientó al ritmo de la guitarra y hasta con cante flamenco.

Sus cuidadas apuestas para la primavera-verano de 2013 se alejaron del estilo estadounidense para abrazar diseños que beben de los trajes camperos y hasta de matador, así como de los vestidos flamencos, como rindió muestra al presentar una falda que emula una bata de cola e incluir volantes en numerosos vestidos y blusas.

Chaquetas toreras con cuidados detalles en piel y otros en oro, elegantes monocromáticos vestidos de noche, para los que ha elegido el rojo, el blanco y el negro, así como otros vestidos marcados por elaborados y cuidados brocados fueron los protagonistas de una colección muy pasional en la que también hubo detalles florales.

También llevó los brocados hasta el calzado, en elevadas sandalias de tacón, y sobre algunos de los bolsos, en rojo y negro, mientras que incluso se atrevió a presentar bolsos en forma de abanico. "Siempre me inspiro en lugares lejanos y exóticos. Puedo no haber viajado allí, pero en mi imaginación es real", explicó el reconocido diseñador a través de Twitter después de un desfile en el que incluyó algunas túnicas y bolsos con estampados andinos.