Dos divas de la música latina, la cubana Gloria Estefan y la mexicana Thalía, unieron sus fuerzas en la alfombra roja de la 68 edición de los premios Tony del teatro, donde por una vez abundó más el glamour en masculino que en femenino.

Estefan, vestida con un sencillo vestido color malva, y Thalia, con un palabra de honor negro con volantes y vertiginoso tacón, acudieron por separado pero posaron juntas en el Radio City Music Hall, donde esta noche se entregan los premios más importantes de las producciones teatrales de Broadway.

La mujer latina sobresalió entre un elenco de estrellas que destacó más por ellos que por ellas. Uno de los primeros en llegar fue el maestro de ceremonias de la gala, Hugh Jackman, que en su cuarta ocasión en esta tarea, derrochó ya el síndrome del anfitrión desde la llegada con su público.

Impecable con su esmoquin y barba estudiadamente descuidada, Jackman releva con su calidad de galán a Neil Patrick Harris, que apostaba más la lengua viperina y que ahora, como nominado por "Hedwig and the Angry Inch".