El diario británico Financial Times dedicó ayer un crítico editorial al programa de trabajo de la presidencia española de la Unión Europea, que califica de "extraordinariamente anodino", y sugiere al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, olvidarse de la aplicación del Tratado de Lisboa y centrarse en la crisis económica.

Bajo el título de "Una España torpe guiará Europa", el Financial Times comienza haciéndose eco del incidente provocado por un "hacker" que ha logrado "colar" en la página web de la recién inaugurada presidencia de turno al personaje de Mr. Bean, de quien el diario recuerda que es famoso por sus "tropiezos y percances". Tras dos días con problemas, el sitio web de la presidencia volvió a ser accesible ayer por la tarde.

"Puede que al señor Zapatero le hayan distraído los asuntos domésticos, porque el programa de trabajo que ha propuesto la presidencia española es extraordinariamente anodino incluso para los estándares poco exigentes de la mayoría de las presidencias europeas", prosigue.

El Financial Times ve "incomprensible" que la primera de las prioridades españolas sea el nuevo Tratado de Lisboa y advierte de que sería un "error" típico de la Unión Europea concentrarse en los matices institucionales en lugar de gestionar los problemas reales de los ciudadanos europeos, como la crisis económica.

Las críticas del rotativo británico no se detienen en el Gobierno de Zapatero y alcanzan también a las anteriores presidencias de turno españolas, que le parecen un tanto arrogantes.

"En las ocasiones anteriores en las que España asumió la presidencia de la UE, el ambiente del país era muy distinto. Los Gobiernos tanto de González como de Aznar presidieron bajo los efectos de un boom económico que inundaba todo el país de una cierta arrogancia", señala.

Por otra parte, Reino Unido y Países Bajos han amenazado con bloquear la adhesión de Islandia a la UE si no paga el dinero perdido por los ahorradores de ambos países por la quiebra de un banco islandés debido a la crisis financiera. La Comisión Europea dijo que sigue la cuestión "muy de cerca", pero dejó claro que se trata de un "problema bilateral" entre Islandia y Londres y La Haya.

El presidente islandés, Olafur Grimsson, rehusó firmar la ley que autoriza al Gobierno a indemnizar a los ahorradores e inversores británicos y holandeses afectados por la quiebra de la entidad Icesave en 2008, decisión que obliga a someter el texto a referéndum.