El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, pidió ayer una "convocatoria urgente" del Consejo Europeo para "lograr una estrategia" en la lucha contra la inmigración en el Mediterráneo, tras la llegada masiva a las costas italianas de inmigrantes procedentes del norte de África en los últimos días.

Una solicitud que llega en una jornada marcada por la polémica entre Roma y Bruselas, después de que el titular de Interior negara haber rechazado un ofrecimiento de ayuda de la Comisión Europea para afrontar la ola de inmigrantes, como sostenía la comisaría europea de Interior, Cecilia Malmstrom.

Maroni quiso zanjar la polémica en una rueda de prensa ofrecida ayer en Roma, en la que aseguró que "ha habido un error de comunicación".

El titular de Interior explicó que Italia ha preparado una petición en la que solicita a la Comisión Europea que se destinen 100 millones de euros para afrontar la emergencia y se de un nuevo papel operativo del Frontex (la agencia europea de las fronteras), para que disponga de medios propios. Asimismo, señaló que piden que se defina un sistema único de asilo a nivel europeo antes de 2012 y que se diseñen programas regionales de asistencia con la colaboración del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

A nivel italiano, Maroni apuntó que ha instado al Ejecutivo que se destinen 200 militares más a las tareas de control de las instalaciones donde han sido alojados los 5.278 inmigrantes irregulares, la mayoría de ellos tunecinos, llegados a las costas italianas el último mes.

Las buenas condiciones marítimas en el canal de Sicilia y la tensión política que se vive en algunos países del Magreb, así como en Egipto, han propiciado que muchos africanos se embarquen en peligrosas travesías para llegar a las costas italianas.

La isla de Lampedusa, situada a un centenar de kilómetros de Túnez, se encuentra en estado de emergencia puesto que es la zona que ha recibido una mayor afluencia de irregulares debido a su proximidad con las costas africanas.

Maroni agregó que hoy viajará a Sicilia junto al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para inspeccionar diferentes infraestructuras que podrían utilizarse para albergar a los inmigrantes.

Emergencia

Berlusconi, por su parte, abordó, en una llamada telefónica con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, la emergencia que supone esta última oleada migratoria procedente de Túnez, según informó en un comunicado el Ejecutivo italiano que precisó que ambas estuvieron de acuerdo en la necesidad de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea discutan el asunto lo antes posible.

Por otro lado, Maroni advirtió de que existe el riesgo de que "miles de personas" se encuentren a la espera de salir de Túnez y subrayó que la "emergencia migratoria de estos días no tiene precedentes".

"En 2008, cuando se registró el pico más alto de llegadas, fueron 38.000 irregulares los que desembarcaron en Italia en todo el año, ahora en un mes han llegado 5.000. Si seguimos así se llegará a los 80.000", afirmó.

Asimismo, hizo hincapié en que entre los inmigrantes llegados a Italia han sido identificados algunos presos que se escaparon de la cárcel en Túnez durante las revueltas de enero que vivió el país magrebí, aunque se trata de arrestos por delitos comunes. Al respecto, reiteró que ante situaciones como ésta, organizaciones terroristas como Al Qaeda pueden introducir a algunos de sus miembros en Europa.

Ante la emergencia que supone esta oleada de inmigrantes, el Parlamento Europeo debatirá hoy una respuesta conjunta de la UE.

Mientras, en Túnez las tropas del Ejército tratan de frenar las salidas tras una llamamiento de Italia, dado que ha considerado que el envío de agentes italianos era "inaceptable".