El Gobierno de Gibraltar se ha quejado este martes de que la Guardia Civil no avisara el domingo pasado a la Policía del Peñón de que había iniciado una ''persecución en caliente'' de una lancha sospechosa de transportar droga y no pidiera su presencia y ayuda, como solía hacer en el pasado.

En el último incidente entre la Benemérita y la Policía del Peñón a media milla de Punta Europa, la Guardia Civil --asegura el Gobierno de Peter Caruana en un comunicado--, no avisó a los agentes gibraltareños "a pesar de que tuvo mucho tiempo para hacerlo, ya que la persecución se inició a bastante distancia en aguas internacionales".

Para el Ejecutivo gibraltareño, esta falta de notificación a su Policía, que salió al paso de la patrullera de la Guardia Civil, es "inaceptable y lamentable".

Un día después de que el Gobierno español expresara al Reino Unido su rechazo por la actuación de la Policía gibraltareña a través de un escrito y de una llamada al embajador británico en Madrid, el Gobierno de Caruana ha advertido de que la cooperación con España en cuestiones relacionadas con las aguas en disputa sólo será posible si se respeta su jurisdicción sobre esas aguas.

En opinión de Caruana, esto no ocurre desde mayo de 2009, primera vez que la Guardia Civil interfirió en las tareas de la Policía gibraltareña sobre las aguas que el Peñón reclama como propias. Aunque España nunca ha reconocido la soberanía británica sobre esas aguas, venía dejando actuar a las autoridades del Peñón hasta unas tres millas.

El Gobierno gibraltareño, añade la nota, "sigue comprometido en explorar la posibilidad de llegar a acuerdos de colaboración (con España) en cuestiones relacionadas con las aguas", pero estos sólo podrán alcanzarse, avisa, "sobre la base del respeto a las autoridades de Gibraltar y a su competencia y jurisdicción" sobre sus aguas.

El Foro de Diálogo que componen los Gobiernos de España, Reino Unido y el Peñón se encuentra en la actualidad bloqueado precisamente por la negativa de Caruana de avanzar en un acuerdo de cooperación policial sin ese reconocimiento de la jurisdicción gibraltareña y británica de las aguas en disputa.

Gibraltar es un territorio dependiente del Reino Unido con un estatus específico en la UE. Por el Tratado de Utrecht de 1713 España sólo cedió a la Corona británica la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensas y fortalezas, pero no así el istmo ni las aguas territoriales o el espacio aéreo, cuya soberanía no reconoce a Reino Unido.

Por el mismo tratado, España se reserva el derecho a recuperar el territorio cedido en caso de que Reino Unido decidiera abandonarlo algún día.