Al menos cuatro manifestantes murieron hoy en Siria por disparos de las fuerzas de seguridad, que intentaron dispersar las multitudinarias protestas convocadas en todo el país, según los grupos opositores.

Los Comités Locales de Coordinación identificaron a cuatro víctimas, que fallecieron en localidades de las provincias de Idleb (norte) y Rif Damasq (este), en la ciudad de Homs (centro) y en los alrededores de Alepo.

Por su parte, el grupo Sham confirmó la muerte de un manifestante en Alepo y otro en Homs, mientras "La Revolución siria contra Bachar al Asad" informó también de un fallecimiento en Homs, cuyos nombres coinciden con las víctimas documentadas por los Comités.

Desde el comienzo de las protestas tras el rezo musulmán del mediodía, las fuerzas del orden atacaron a los miles de manifestantes que salieron a las calles para exigir la caída del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

En Homs, donde en la última semana la represión de los cuerpos de seguridad ha dejado cerca de una veintena de víctimas, un hombre falleció por los disparos de francotiradores.

Asimismo, las fuerzas del orden dispararon contra una manifestación que tenía lugar cerca de un mercado de verduras.

Mientras, varias localidades de la provincia de Idleb han sido escenario de grandes protestas y durante la convocada en el pueblo de Kafrumeh falleció un hombres de 35 años y su hermano resultó herido de un disparo.

En cuanto, a la provincia de Rif Damasq, las fuerzas de seguridad reforzaron sus efectivos, irrumpieron en varias localidades, y trataron de dispersar con disparos y gases lacrimógenos las protestas.

En el pueblo de Mleha de esta provincia falleció uno de los manifestantes a causa de los disparos, y al menos dos personas más resultaron heridas.

Además, en la ciudad de Alepo, en cuyos alrededores perdió la vida otro manifestante, las fuerzas del orden asaltaron una mezquita y llevaron a cabo una amplia redada.

Las protestas se extendieron por todo el país y fueron especialmente multitudinarias en la ciudad de Hama (centro) y de Deir el Zur (este).

Desde el inicio de la revuelta popular contra Al Asad a mediados del pasado mes de marzo, han perdido la vida entre 1.450 y 2.000 personas, según fuentes de la oposición y organizaciones pro derechos humanos sirias, mientras que el régimen de Damasco mantiene detenidas a otras 15.000.