El presunto criminal de guerra Goran Hadzic, capturado el miércoles en Serbia, ha llegado hoy a Holanda para ser juzgado por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) con sede en La Haya.

Hadzic, líder de los serbios en Croacia durante la Guerra de los Balcanes, ha aterrizado sobre las 14:30 horas local (12:30 GMT) en el aeropuerto de Rotterdam en un vuelo procedente de Serbia tras ser extraditado por la Justicia de este país.

El TPIY le procesará por 14 cargos que incluye crímenes de guerra y contra la humanidad bajo la acusación de exterminio, asesinato, tortura y deportación de miles de civiles croatas de una parte del territorio de este país con el fin de crear una zona de dominación serbia.

Según los cargos del TPIY, Hadzic "participó en una empresa criminal conjunta como co-perpetrador" .

El objetivo de esta empresa criminal conjunta era "la eliminación forzada y permanente de una mayoría de la población croata y no serbia de un tercio del territorio de Croacia a fin de incorporarlo a un nuevo estado de dominación serbia", según los cargos.

El TPIY acusa a Hadzic de la "persecución por motivos políticos, raciales o religiosos" de miles de personas en Croacia durante la guerra de los Balcanes.

Los crímenes contra la humanidad que se le imputan son "exterminio, asesinato, tortura, actos inhumanos y deportación o traslado forzado" de personas.

Además, el TPIY lo buscaba por supuestos crímenes de guerra, en concreto por asesinato, tortura, tratamiento cruel, destrucción indiscriminada de pueblos o devastación no justificada por necesidades militares, además de por destrucción o daños deliberados a instituciones educativas o religiosas y saqueo de bienes públicos o privados.

El TPIY calcula que el ex general serbio ordenó "el exterminio o asesinato" de cientos de croatas, "incluyendo mujeres y ancianos", y la deportación de más de 27.000 personas.

El Tribunal también tiene pruebas de la participación de Hadzic en controles indiscriminados en hogares, arrestos arbitrarios, la expulsión indiscriminada de croatas de las instituciones públicas y el encarcelamiento prolongado de cientos de civiles en "condiciones inhumanas que incluían torturas, palizas y asesinatos repetidos de los detenidos".

El ex líder político también obligó a miles de civiles a ejecutar "trabajos forzados", como la excavación de tumbas, la construcción de trincheras y otras tareas para ayudar a las tropas serbias.

Hadzic fue proclamado presidente del autodenominado Distrito Autónomo Serbio de Eslavonia, Baranja y Srem Occidental y, en 1992, de la autoproclamada República Serbia de Krajina, que debía ocupar las zonas limítrofes con Bosnia-Herzegovina, con una importante presencia de serbios.

Las presuntas actividades criminales del ex político comenzaron, según los cálculos de Tribunal, "no más tarde del 25 de junio de 1991" y continuaron hasta "al menos diciembre de 1993".

Entre sus colaboradores había altos cargos como el ex presidente serbio, Slobodan Milosevic, el también presidente de la República Serbia de Krajina Milan Martic -condenado en 2007 por el TPIY a 35 años de cárcel por crímenes de guerra-, y el ex jefe de los Servicios Secretos serbios y ex agente de la CIA, Jovica Stanisic, quien actualmente está siendo juzgado en La Haya.

Hadzic era el último de los 161 acusados por el TPIY que seguía en libertad, tras el arresto el pasado mayo en Serbia del excomandante militar serbobosnio Ratko Mladic.

La captura y extradición de Hadzic era uno de los principales escollos que restaban para que Serbia accediera al estatus de país candidato a la adhesión de la UE, un título que podría concederle el Ejecutivo comunitario el próximo mes de octubre.