Scotland Yard desplegará mañana y pasado durante la celebración del carnaval de Notting Hill una operación de seguridad sin precedentes para tratar de evitar que se produzcan disturbios como los ocurridos en Londres y otras ciudades inglesas entre el 6 y el 10 de agosto.

Se espera que más de un millón de personas acudan a la capital británica en los próximos días para disfrutar del popular evento estival, considerado la mayor fiesta calleja de Europa.

Con su reputación en juego, la Policía Metropolitana ha planeado un despliegue récord para la ocasión, a raíz de la ola callejera que se desató a principios de mes en Londres y se propagó a otras ciudades del país, por la que casi 1.500 personas ya han sido procesadas.

Está previsto que un total de 5.500 agentes patrullen el domingo las calles donde se celebrará la fiesta, en el barrio de Notting Hill, y 6.500 estarán de servicio durante la jornada del lunes, día festivo en el Reino Unido.

La policía desplegará a otros 4.000 agentes en otros puntos de la ciudad "además de los que normalmente ya se encuentran de servicio", según ha indicado esta semana el comandante Steve Rodhouse a los medios británicos.

Scotland Yard ya ha realizado más de 40 arrestos preventivos en los días previos al arranque del acontecimiento festivo y ha acordado con los organizadores del carnaval que este año el carnaval finalice antes de lo habitual.

El comandante Steve Rodhouse aseguró que la policía está convencida de contar con los recursos necesarios para proteger el evento de posibles incidentes, aunque admitió que las circunstancias de este año, dada la proximidad temporal con la ola de violencia callejera, eran "excepcionales y poco habituales".

Esta fuente policial también reconoció que la policía tiene constancia de que algunas personas han intentado planear en las redes sociales altercados y que "algunas bandas callejeras quieren ir al carnaval a crear problemas".

Por su parte, el alcalde de Londres, el político conservador Boris Johnson, se ha mostrado estos días previos a la celebración muy partidario de continuar con el calendario previsto y ha hecho un llamamiento a que se permita "que el verdadero espíritu de Londres brille".

Frente a los que pidieron la suspensión del carnaval este año por miedo que se repitan los disturbios, Johnson consideró "correcto" seguir adelante el programa lúdico "para mostrar al mundo que la abrumadora mayoría de los ciudadanos de Londres son personas decentes, que respetan la ley, aman su ciudad y quieren celebrar nuestra cultura vibrante, diversa e histórica".