El excomisario europeo Mario Monti se perfila como el principal candidato a suceder a Silvio Berlusconi después de que, el pasado miércoles, el Presidente de la República, Giorgio Napolitano, le designara senador vitalicio, un gesto que ha sido interpretado como un paso previo a su nombramiento.

Las palabras que le dedicó ayer "El Cavaliere" tras conocerse la noticia no pudieron ser más oportunas: "Le deseo un fructífero trabajo por el interés del país", aseveró en una carta.

A su vez, la mayoría de los partidos políticos lo apoyarían para que liderara el posible Gobierno técnico que parece que planea Napolitano.

El presidente de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini, afirmó que Monti sería "el hombre perfecto" para el cargo de primer ministro.

Quizá el más reacio a aceptar este cambio ha sido el actual socio de Berlusconi, la Liga Norte. El "número dos" del partido, Roberto Maroni, anunció su oposición y recalcó su apuesta por unas elecciones anticipadas.

Los rumores del nombramiento de Monti también dividieron al partido del actual primer ministro, el Pueblo de la Libertad (PDL). Tres de sus diputados amenazaron ayer con su dimisión si finalmente se crea ese Ejecutivo. Por parte de la oposición, tan solo Italia de los Valores se negó a la creación de un Gobierno encabezado por Monti, ya que considera que la decisión debe ser tomada por los propios italianos.

No obstante, parece que cada vez está más cerca esta opción. No en vano, Monti mantuvo un encuentro con Napolitano en la sede de la jefatura de Estado en Roma, que se prolongó durante dos horas.