El Gobierno español garantizó ayer a sus socios comunitarios su compromiso "absoluto" con la consolidación fiscal, pero remarcó que "las circunstancias han cambiado" desde que se marcó un déficit del 4,4% para 2012, objetivo que asume que la Comisión Europea no revisará hasta mayo.

Estos argumentos fueron esgrimidos ayer por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y su ministro de Economía, Luis de Guindos, en las sucesivas reuniones que mantuvieron en la capital belga con sus correspondientes colegas europeos.

Los encuentros se produjeron un día antes de que el Consejo de ministros del Gobierno español apruebe un techo de gasto y cuadro macroeconómico para los Presupuestos de 2012, en cuya elaboración se había barajado la posibilidad de que las autoridades europeas aceptasen flexibilizar la cifra de déficit previsto para este año.

No obstante, tras las reticencias expresadas por la Comisión Europea, a lo largo de los últimos días el Ejecutivo español había reiterado que el calendario supone esperar hasta mayo para evaluar las nuevas circunstancias y las reformas aprobadas por España.

Esto lo confirmó ayer el ministro De Guindos después de explicar en la reunión del Eurogrupo las razones de la desviación del déficit de 2011 -que fue de 8,51% frente al 6% previsto- así como los planes del Ejecutivo español para corregirla.

"Principios"

"España cumplirá con la consolidación fiscal, pero teniendo en cuenta que las circunstancias han cambiado", dijo De Guindos a sus homólogos, con los que, según explicó, no trató sobre ninguna cifra concreta, sino sobre "principios".

Más tarde, en el empeño de convencer a la Comisión Europea de la seriedad de su compromiso con el plan de estabilidad -que prevé bajar el déficit al 3% en 2013-, Rajoy explicó al resto de los líderes de la UE las políticas adoptadas para corregir el déficit y las que se van a aprobar en lo que queda de año.

Les recordó la reciente aprobación de la reforma laboral, así como los planes para los Presupuestos Generales del Estado, que se presentarán el 30 de marzo, pero cuyo techo de gasto y cuadro macroeconómico se aprueba hoy.

Aunque fuentes gubernamentales consultadas aún no quisieron aclarar si el techo de gasto tendrá en cuenta un déficit para 2012 del 4,4% o superior, sí subrayaron que el Ejecutivo pretende que se trate de unos presupuestos "que se cumplan" y "sean creíbles".

Esta premisa es considerada esencial, ya que el gabinete de Rajoy cree que uno de los principales problemas de credibilidad de los gobiernos socialistas era precisamente la falta de cumplimiento de sus presupuestos.

Para evitar este escenario el Ejecutivo recordó que las circunstancias han cambiado dramáticamente desde que se concertó llegar a un 4,4% de déficit, ya que se calculaba que la economía española crecería un 2,3% en 2012, cuando ahora se espera una recesión del 1% del PIB. Así, el Gobierno aprobará hoy un recorte que se añadirá a los 15.000 millones de euros que ya se previeron en diciembre.

De cumplir el 4,4 %, el recorte global tendría que ser de 40.000 millones de euros, lo que podría afectar a la recuperación económica y al crecimiento.