La Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) exigió ayer a los golpistas de Guinea Bissau que devuelvan el poder a los civiles y les amenazó con sanciones individuales y la creación de una fuerza de interposición.

Tras una reunión extraordinaria de ministros de los ocho países que integran la organización, a la que asistió un miembro del Gobierno guineano depuesto, la CPLP anunció que ha "tomado la iniciativa" para constituir, en el marco de la ONU, una fuerza que garantice la conclusión del proceso electoral abortado por el golpe".

El secretario ejecutivo del organismo, Domingos Simoes Pereira, declaró al término de la reunión que las medidas adoptadas ayer son parte de un "plan de acción" de la CPLP para Guinea Bissau, donde los militares retienen a las primeras autoridades del país desde que se alzaron en armas, el jueves.

Condena de la UE

Por otro lado, la Unión Europea (UE) condenó ayer el golpe de Estado y exigió el restablecimiento inmediato del gobierno legítimo y la finalización del proceso electoral en el país.

La jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, expresó su esperanza en que los golpistas liberen a todos los detenidos y urgió a las partes a asegurar la seguridad de los ciudadanos, según un comunicado.

"Las violaciones de los derechos humanos no son aceptables y los que las perpetren serán considerados responsables", advirtió.

Asimismo, la alta representante europea recordó que la UE ya ha suspendido la mayor parte de su ayuda a Guinea Bissau.