La continuación de las ofensivas en Siria por parte de las fuerzas de seguridad dificultan que el Consejo de Seguridad de la ONU autorice el envío de más observadores al país árabe, donde el primer equipo de supervisores se enfrenta a numerosas dificultades para comprobar el respeto al alto el fuego.

La presidenta de turno del máximo órgano internacional de seguridad, Susan Rice, aseguró ayer que la avanzadilla de observadores que opera ya en el país tiene "dificultades para operar con la libertad necesaria" y puso en duda que se den actualmente las condiciones necesarias para desplegar más observadores.