El aspirante a candidato republicano para la Casa Blanca Newt Gingrich anunció ayer su retirada oficial de las primarias con nuevas críticas a Barack Obama, a quien señaló como el "presidente más izquierdista de la historia de EEUU", y tímidas alabanzas a Mitt Romney.

El expresidente de la Cámara de Representantes, evitó ofrecer su respaldo explícito a Romney, el favorito en el campo republicano, al tiempo que afirmó que continuará recorriendo EEUU hasta las elecciones de noviembre con el objetivo de luchar contra el legado de Obama.

"Suspendo mi candidatura pero no mi ciudadanía. Mi esposa Calista y yo dejamos nuestros roles de campaña y asumimos el papel de ciudadanos activos", afirmó en una breve conferencia de prensa en las afueras de Washington.