Nueve ciudades inglesas han rechazado a través de un referéndum, cuyos resultados se conocieron hoy, la posibilidad de contar con un alcalde elegido directamente por los ciudadanos y solo Bristol dio el visto bueno a la fórmula propuesta por el primer ministro británico, David Cameron.

La mayoría de las localidades británicas cuentan con un sistema por el que los ciudadanos votan a los miembros de una asamblea que gestiona la política municipal.

Cameron quería exportar el modelo de Londres, donde se elige directamente al responsable del ayuntamiento, a otras ciudades inglesas, por lo que ayer se votó esta fórmula en un referéndum, coincidiendo con las elecciones municipales.

Los resultados han sido muy decepcionantes para Cameron, ya que nueve de las diez ciudades inglesas consultadas (Birmingham, Manchester, Newcastle, Leeds, Nottingham, Sheffield, Wakefield, Coventry y Bradford) expresaron un no rotundo a la propuesta.

Solo Bristol dio el visto bueno a la iniciativa con un 53 por ciento a favor y un 47 en contra, mientras que el 68 por ciento de los habitantes de Doncaster optó por mantener al alcalde que ya tiene.

Cameron consideraba que era una oportunidad única de cambiar a un modo más personal la forma en la que las ciudades son gobernadas, pero los que estaban en contra alegaban que se trata de un gasto de dinero que lo único que consigue es aumentar la burocracia.

La apatía de los ciudadanos a la hora de contar con un alcalde coincidió con el poco entusiasmo que despertaron las elecciones municipales en Inglaterra, Gales y Escocia.

La participación en los comicios del jueves se cifró en un 32 por ciento, la más baja de la última década.