Rusia contempla la posibilidad de autorizar ataques preventivos para destruir el escudo antimisiles de EEUU desplegado en territorio europeo si ve amenazada su seguridad, según declaró ayer el jefe del Estado Mayor ruso, Nikolái Makárov.

"Teniendo en cuenta el carácter desestabilizador de la defensa antimisiles, que genera la ilusión de impunidad de un golpe devastador, la decisión de recurrir a medios preventivos de interceptación se tomará si se agrava la tensión", aseveró.

Makárov, que participó en la conferencia internacional sobre defensa antimisiles celebrada ayer en Moscú, subrayó que esa misión podría ser desempeñada por las baterías rusas de misiles "Iskander", desplegadas en las fronteras de Rusia con los países europeos.

Entre tanto, solo concederá al Kremlin garantías jurídicas de que el escudo antimisiles norteamericano no amenaza la seguridad rusa si se alcanza un acuerdo de cooperación en ese terreno. "Hay que llegar a un acuerdo de cooperación antes de conceder garantías jurídicas", afirmó la subsecretaria de Estado para el Control de Armas y Seguridad Internacional, Ellen Tauscher.