Las manifestaciones volvieron ayer a salir a las calles de diferentes regiones de Siria, en un nuevo viernes de protestas pese a que la violencia continúa, mientras la oposición denunció la progresión "muy lenta" de la misión de los observadores de la ONU.

Entre las ciudades donde se celebraron las manifestaciones destacó la de Hama, donde salieron protestas de muchas mezquitas, mientras en los barrios con presencia de las fuerzas de seguridad se celebraron las concentraciones dentro de esos templos religiosos, informó la activista Rasha al Hamaui, que precisó que durante las protestas se registraron detenidos y heridos por la represión policial.

A su vez, añadió que los participantes corearon consignas contra el régimen sirio, criticaron la misión del enviado conjunto de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, y recordaron a los estudiantes de la universidad de Alepo fallecidos el jueves en un ataque del Ejército.