Una ONG holandesa denunció hoy que 139 bancos, principalmente estadounidenses, surcoreanos, chinos y británicos, financian a siete grandes productores de bombas de racimo, armamento prohibido por una convención internacional.

El informe de IKV Pax Christi, una de las organizaciones líderes en la lucha global para acabar con este tipo de armas, publicó hoy en Copenhague la edición de 2013 de su estudio anual "Inversiones en bombas de racimo en el mundo: una responsabilidad compartida".

En su "Podio de la Vergüenza" la ONG sitúa a siete fabricantes de bombas de racimo (dos de EEUU, dos de China, dos de Corea del Sur y uno de Singapur) y a 139 entidades financieras, entre las que no se encuentran españolas o latinoamericanas.

Cerca de la mitad de bancos que invierte en estas empresas son estadounidenses (67), seguidos a gran distancia por los de Corea del Sur (23), China (19), Reino Unido (10), Canadá (4), Singapur (3), Japón (3), Francia (2), Alemania (2), Taiwán (2), Suiza (2), Israel (1) y Finlandia (1).

Entre éstos se encuentran AIG, Allianz, Bank of America, Blackrock, BNP Paribas, CITIC, Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank, Fidelity, General Electric, Goldman Sachs, Hyundai, Industrial & Commercial Bank of China, Invesco, JP Morgan Chase, Manulife, Mitsubishi UFJ Financial, Mizuho, Morgan Stanley, Prudential, Samsung, Schroeders, Sumitomo Mitsui, Tomasek, UBS y Wells Fargo.

En los últimos cinco años, los 139 bancos invirtieron al menos 24.000 millones de dólares (17.500 millones de euros) en los siete fabricantes, a través de créditos (2.300 millones de dólares o 1.670 millones de euros), servicios de banca de inversión (6.100 millones de dólares o 4.430 millones de euros), y mediante tenencia o gestión de acciones (16.000 millones de dólares o 11.600 millones de euros).

El informe de la ONG holandesa destaca asimismo en su "Podio de la Fama" a una serie de entidades que están prohibiendo o reduciendo sus inversiones en este tipo de armamento y reconoce los esfuerzos que están realizando otras, como el español BBVA, aunque los considera aún insuficientes.

Asimismo, el documento subraya que nueve países -en su mayoría europeos- ya han incluido en su legislación la prohibición expresa de financiar la producción de bombas de racimo.

También recuerda que otras 28 naciones, entre ellas Colombia, Guatemala y México, han interpretado públicamente que la Convención sobre las Bombas de Racimo (CCM) ya restringe totalmente la financiación de este tipo de armamento.

Ninguno de los cuatro países donde están asentados los siete fabricantes del "Podio de la Vergüenza" (EEUU, China, Corea del Sur y Singapur) aparecen entre estos reconocimiento a estados que han avanzado legalmente en la prohibición de financiar la fabricación de bombas de racimo.

La CCM, firmada por 94 países, afirma en su primer artículo que los firmantes se comprometen "bajo ninguna circunstancia a asistir, fomentar o inducir" la fabricación de bombas de racimo, cuyos efectos son inhumanos e indiscriminados.