El rey Felipe de los belgas ha solicitado protección para sus cuatro hijos, después de que varios periódicos recibieran cartas con amenazas contra la princesa Elisabeth, la heredera de la corona, informa hoy el diario "De Standaard".

Felipe de Bélgica considera que sus cuatro hijos -Elisabeth (12 años), Gabriel (10 años), Emmanuel (8 años) y Eléonore (5 años)- necesitan guardaespaldas ante estas amenazas, que llegaron a las redacciones de rotativos francófonos a principios de diciembre y en las que se advirtió del secuestro de la primogénita y duquesa de Brabante.

También tiene como argumento a su favor que el número de guardaespaldas asignados a su padre Alberto II se ha reducido, después de que éste abdicara en su hijo.

El rey ha pedido a la ministra belga de Interior, Joëlle Milquet, aumentar el nivel de protección para todos sus hijos y mantener los dispositivos de forma permanente.

En la actualidad, solo la heredera al trono es protegida por un guardaespaldas para ir al colegio.

La radiotelevisión RTBF recuerda que el Palacio Real cuenta con un presupuesto de 17 millones de euros al año para 249 policías y que, a la vista de la gran actividad del rey tras su acceso al trono, Felipe ha decidido reducir el dispositivo de protección para su padre y su madre Paola.

Ellos cuentan ahora con solo tres guardaespaldas, mientras que el príncipe Laurent, hijo menor del rey Alberto II y miembro más polémico de la familia real belga, y la princesa Astrid no tienen protección permanente.

La reina Fabiola, por su parte, va acompañada de guardaespaldas en todos sus desplazamientos.

Además, el Ministerio del Interior ha reducido a 150 los agentes que vigilan las residencias reales y ya no hacen guardia de forma permanente en Ciergnon y Fenffe, excepto cuando la familia real pasa la noche en esos palacios.