El gobernador del estado venezolano de Miranda y líder opositor, Henrique Capriles, ha destacado este domingo que el pueblo venezolano "tuvo por primera vez en 15 años la oportunidad de escuchar otras voces", en referencia al encuentro del jueves entre el Gobierno y algunos de los principales miembros de la oposición pertenecientes a la Mesa de la Unidad (MUD).

"Nuestro pueblo tuvo por primera vez en 15 años la oportunidad de escuchar, en cadena nacional de radio y televisión, otras voces. De contrastar entre dos modelos. Uno que se defiende a sí mismos y sus intereses, y el nuestro que habla de defender los intereses y la unión del pueblo", ha dicho.

"Venezuela es un país con más futuro que presente, aunque este Gobierno insista en un discurso trasnochado y anclado en el pasado, con el que buscan dividir y no la solución de los problemas de los venezolanos. Nosotros insistiremos en temas tan sensibles como la inseguridad, escasez, alto costo de la vida y la crisis hospitalaria", ha afirmado Capriles.

El líder opositor ha defendido su decisión de participar en el encuentro y ha asegurado que "hasta en las guerras hay una pausa para dialogar", argumentando que "en la Venezuela actual tiene que haber una oportunidad para ello".

"Dialogar no significa claudicar las ideas, pero sí encontrar un camino que permita encontrarnos y reconocernos con quienes no piensan como nosotros. Con un solo objetivo: erradicar para siempre la violencia e intolerancia de la vida de los venezolanos, para crear condiciones económicas y sociales, que permitan a nuestro pueblo avanzar tranquilamente hacia el progreso y el futuro", ha agregado.

"Con esa firme creencia asistimos esta semana a Miraflores, para sentarnos a hablar con quienes están en el Gobierno, teniendo como testigos a los cancilleres de Ecuador, Brasil y Colombia y al Nuncio Apostólico en nuestro país, Monseñor Aldo Giordano, porque sabemos, tal como lo creían Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela, que el diálogo es la principal herramienta de los movimientos que quieren justicia y que se niegan a utilizar como método la violencia", ha sostenido.

En este sentido, ha valorado que su obligación "será siempre ser la voz de todos a quienes hoy el Gobierno les da la espalda". "Ser la voz de los más pobres, quienes al final son los más afectados porque la canasta alimentaria está en 10.000 bolívares (unos 1.148 euros) y el sueldo mínimo apenas llega a los 3.300 bolívares (alrededor de 379 euros", ha defendido.

"El valor de nuestra moneda (el bolívar que llamaron fuerte) se desplomó después de múltiples devaluaciones, pese a que prometieron no devaluar. Importamos más del 80 por ciento de lo que consumimos. Este gobierno todos los días hace más pobres a los pobres", ha criticado.

"SITUACIÓN CRÍTICA"

Capriles ha insistido en esta situación y ha resaltado que "si hay algún derecho que viola este Gobierno, es el derecho a la alimentación". "Hoy en Venezuela hacer el mercado es una odisea", ha lamentado.

"Nuestra Venezuela está muy mal, vivimos una situación sumamente crítica. A la crisis económica se le suma la crisis política y queremos que se resuelva la crisis, porque si esta situación se sigue agravando puede desencadenar en lo que no queremos", ha dicho.

"No queremos golpe de Estado ni estallido social. En nuestra Venezuela es urgente que los extremos rompan con el espiral de violencia. Nuestra misma historia de Venezuela nos recuerda que en los momentos más difíciles al final los que se enfrentan, terminan sentándose en una mesa dialogando", ha afirmado.

Por último, ha sostenido que "el diálogo debe comenzar con la liberación de los presos políticos, la restitución de la investidura de una de las diputadas --en referencia a la opositora María Corina Machado-- y el respeto a la función parlamentaria y al debate en el seno de la AN, que han sido vulneradas".

Asimismo, ha solicitado "el desarme de los paramilitares armados por el Gobierno, la detención de toda censura de los medios, el compromiso a respetar los Derechos Humanos y, sobretodo, entender que la protesta pacífica es constitucional y que los estudiantes tienen el derecho a expresarse". "Hay miles de razones para protestar en nuestro país y el Gobierno no puede criminalizarlas", ha recalcado.

Capriles ha apuntado además que el presidente, Nicolás Maduro, "no puede seguir fabricando teorías de conspiración en la que anónimos intentan derrocarle". "Deben entender que esto cambia o el país revienta", ha advertido.

"La pelota está de su lado. Es su responsabilidad histórica poner fin a la violencia y la represión, y realizar los cambios para revitalizar la economía y respetar la Constitución y la democracia", ha remachado el líder opositor.

CRISIS VENEZOLANA

La crisis política en el país iberoamericano estalló el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados.

Desde entonces, opositores y oficialistas han marchado a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.

La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.

La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) fue un paso más allá, expresando su respaldo al Gobierno de Maduro y anunciando la creación de una comisión conformada por los ministros de Exteriores del bloque regional para acompañar el diálogo en el marco de la Conferencia Nacional por la Paz.

Gracias a la mediación de UNASUR, las partes aceptaron negociar bajo el auspicio de un "testigo de buena fe": el Vaticano. Ayer mantuvieron su primer encuentro y se espera que se vuelvan a reunir el próximo martes.