El Tribunal de la Magistratura de Jerusalén dejó ayer en libertad bajo fianza a Tariq Abu Jedir, de 15 años, el palestino-estadounidense detenido el pasado jueves y supuestamente apaleado por policías israelíes, según medios locales.

Imágenes del rostro del menor amoratado e hinchado, así como la circulación de un vídeo en el que se aprecia a fuerzas de seguridad israelíes pateando a una persona con el rostro encapuchado que parece no reaccionar, han causado estupor en una semana de disturbios y tensión en la zona.

Uno de los seis israelíes arrestados ayer por las fuerzas de seguridad en relación con el asesinato del menor palestino Mohamad Abu Jedeir, quemado vivo esta semana en Jerusalén, confesó su participación en el crimen e inculpó al resto de los acusados, informó el diario digital Ynet.

De acuerdo con fuentes policiales y de inteligencia, los sospechosos son varios hombres jóvenes, algunos de ellos menores de edad, procedentes de la ciudad israelí de Beit Shemesh, próxima a Jerusalén, y de la colonia judía de Adam, en la Cisjordania ocupada.

Fuentes policiales apuntan a que el crimen habría sido cometido en venganza por el asesinato de tres jóvenes israelíes, hallados tiroteados el pasado lunes cerca de la ciudad palestina de Hebrón, tras 19 días desaparecidos.

Los detenidos también están relacionados con el intento de secuestro del niño de 9 años Musa Zalum en el barrio árabe de Beit Hanina, en Jerusalén.

La organización israelí de defensa de los derechos humanos Betselem condenó el asesinato del joven palestino y exigió una investigación "transparente" que aclare las circunstancias de su muerte.

"Es esencial que la investigación sobre el caso sea transparente e incluya una rápida y completa revelación de los hallazgos, primero para la familia y después para la opinión pública", indicó la ONG.