El jefe de la junta militar de Tailandia, el general Prayuth Chan-ocha, instó a los opositores al golpe de Estado a cesar sus actividades y cooperar con el nuevo régimen para favorecer el desarrollo del país y el proceso de reformas.

Prayuth, que el jueves fue nombrado primer ministro por el nuevo parlamento elegido a dedo por la propia junta militar, dijo que hay "grupos influyentes" que se oponen a los cambios pero advirtió que conoce sus identidades y amenazó con represalias.

"Siempre he dicho que queremos favorecer la reconciliación para que la reforma pueda llevarse a cabo cuanto antes pero mucha gente aun sigue intentando desestabilizar hablando de ''democracia'' y ''elecciones''", afirmó.

En su programa semanal "Devolvemos la felicidad a Tailandia", el jefe de la junta dijo anoche que "esta gente no entiende que una democracia incompleta no es segura ni crea confianza en la comunidad".

Tras el golpe de Estado del 22 de mayo, centenares de políticos, activistas, académicos y periodistas críticos fueron detenidos, intimidados y liberados a cambio de que se comprometieran a cesar sus actividades en contra del régimen militar.

El Ejército suprimió a la fuerza varias manifestaciones pacíficas en favor de la democracia en los días siguientes a la asonada y ha intensificado el uso de la draconiana ley de lesa majestad para acallar a los críticos.

Desde entonces, la oposición ha quedado limitada a actos simbólicos organizados por universitarios como leer en público el libro "1984" de George Orwell, por lo que varios de ellos han sido temporalmente detenidos.

"Os pido que no os opongáis. Sabemos todo lo que habéis hecho pero no queremos utilizar la fuerza contra vosotros (...) Estos delincuentes utilizan al público general como rehenes. Esto debe terminarse", dijo Prayuth.

"Si dejamos que la vieja democracia continúe, esto causará grandes daños al país y desacelerará el desarrollo", añadió el jefe de la junta.

Prayuth, que en septiembre debería jubilarse como jefe del Ejército, anunciará en los próximos días su nuevo gobierno en el que se prevé que estén varios altos cargos de las fuerzas armadas.

La junta militar pretende acometer una serie de reformas políticas, sociales y económicas que, según anunciaron, culminarán en octubre de 2015 con la convocatoria de elecciones parlamentarias.