Las relaciones entre Guatemala y Belice viven un episodio más de tensión tras la muerte de un menor de trece años en la frontera entre ambos países, un hecho que ha provocado que el Gobierno guatemalteco desplegara a 3.000 soldados en el área para evitar que se repitan estos hechos "lamentables".

En un mensaje a la nación, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, acusó este jueves a las fuerzas de seguridad de Belice de perpetrar un ataque en contra de tres guatemaltecos, que se saldó con la muerte de Julio René A. R., de 13 años, mientras que su hermano, Carlos Alberto, de 11 años, y el padre de ambos, Carlos Alfredo, resultaron heridos con arma de fuego.

Por este hecho "cobarde" y "desmedido" que se produjo ayer miércoles, según el Gobierno de Guatemala, Morales ha decidido llamar a consultas al embajador en Belice hasta que las autoridades beliceñas "esclarezcan este lamentable hecho", que no hace más que incrementar la tensión entre los dos países, que mantienen desde hace más de 100 años un litigio fronterizo.

"¿Qué amenaza representa para su soberanía dos niños, uno de 13 y otro de 11 años de edad?. Este hecho causa indignación y repudio", añadió el mandatario, que se encuentra de viaje institucional en Estados Unidos.

En este mismo sentido el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Raúl Morales, dijo en declaraciones que "un Ejército no puede disparar contra la población civil y menos contra un niño", un hecho que las autoridades "no vamos a perdonar" porque es "irresponsable" y denota la "poca profesionalidad" del Ejército beliceño.

Debido a la magnitud que ha tenido este ataque para Guatemala, el Gobierno ha puesto "esta violación de los derechos humanos" en conocimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y exigió a Belice que ponga al "responsable o responsables" de este "cobarde acto de agresión" ante las autoridades para que sean juzgados.

Los dos países mantienen un litigio fronterizo desde hace más de 150 años y en la actualidad no existe una frontera delimitada entre ambos.

Guatemala reclama 12.272 kilómetros cuadrados del territorio que hoy ocupa Belice, lo que representa un poco más de la mitad de ese país, nacido de la colonia que el Imperio Británico formó de facto en el siglo XVIII en esa área que era parte de la Capitanía General instaurada por el Imperio Español en 1540 dentro del Virreinato de Nueva España.

Este diferendo territorial produjo a lo largo de la historia otras muchas disputas que han llegado a las relaciones diplomáticas entre ambos y al fútbol, a tal punto que las eliminatorias para el Mundial del Corea del Sur-Japón 2002 se disputaron en una cancha neutral.

Este jueves Morales destacó el trabajo "conciliatorio" realizado por la diplomacia guatemalteca para "encontrar una solución pacífica y permanente" a la disputa con Belice, y advirtió que estos actos de "uso desmedido de fuerza en contra de menores" no contribuyen a mantener las "buenas relaciones" entre ambos países.

En varias ocasiones, la última el pasado febrero, grupos de beliceños trataron de ocupar un islote en el río Sarstún que separa los territorios de ambos países.

En marzo pasado, el Gobierno de Belice acusó a oficiales guatemaltecos de haberse comportado de una manera "extremadamente hostil y amenazadora" con la tripulación de un barco militar beliceño que navegaba por este caudal.

Pero tras el incidente en el que falleció el joven guatemalteco, Morales anunció nuevas medidas para preservar la seguridad y aseguró que Guatemala ejercerá un "estricto ejercicio de protección a la soberanía del río Sarstún" y en toda la zona fronteriza.

En cumplimiento de estas órdenes, el Ejército de Guatemala desplegó a 3.000 soldados en la frontera, una maniobra que, según explicó el ministro de Defensa de Guatemala, Williams Mansilla, tiene por objetivo reforzar con "más elementos" el área para evitar más incidentes.

"Son medidas disuasorias para evitar estos hechos lamentables", indicó el titular de defensa, quien recordó que el Ejército de Guatemala nunca actuó contra ningún beliceño que se encontrara en el territorio, sino que "los invitamos a que se retiren" respetando siempre sus "derechos humanos".

"No somos un Ejército que en las primeras de cambio tira a balazos", ejemplificó el ministro, quien detalló que los 3.000 soldados son kaibiles (soldados de elite) de Poptún, marines nacionales de Puerto Barrios y personal de la Brigada de Santa Elena.