Al menos 600 ataques contra personal o centros sanitarios se registraron durante 2014 y 2015, denunció hoy en un informe la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Somos muy conscientes de que nos falta mucha información y que muchas agresiones no están registradas. Para nosotros ataques son cualquier acto que evita la ayuda sanitaria: bombardeos, asesinatos de trabajadores que inoculan la vacuna de la polio, los sanitarios que trabajaban durante la epidemia de ébola y que fueron asesinados, etc", dijo en rueda de prensa Erin Kenney, autora del texto.

La OMS registró 595 acciones violentas que provocaron 959 muertes y 1561 heridos en 19 países durante 2014 y 2015.

Entre las víctimas se incluye a los trabajadores sanitarios, los pacientes, los conductores de ambulancias, etc, es decir todos los que perecieron o resultaron heridos en un ataque contra la distribución de asistencia sanitaria.

Más de la mitad fueron contra centros sanitarios y otro cuarto de los ataques contra trabajadores sanitarios.

"Lo más grave es que el 62 % de los ataques fueron intencionados", afirmó Rick Brennan, director de emergencias de la OMS.

"Tenemos que recordar que existen las reglas de la guerra, que son las Convenciones de Ginebra y que establecen que atacar una instalación sanitaria o el auxilio sanitario es una violación de la ley humanitaria internacional", agregó el director.

Brenann recordó que si este acto se prueba por una corte judicial podrían constituir crímenes de guerra.

El informe indica que uno de los mayores problemas es la falta de información, y sobre todo de calidad, por lo que pretende profundizar en la investigación de los hechos, así como la campaña mediática para concienciar del nivel de la problemática.

El informe no incluye los datos de los ataques ocurridos este año, aunque Brennan recordó que "lo lamentable" es que estos incidentes se han incrementado "especialmente en los últimos dos meses".

"Nuestra principal preocupación es que es una tendencia al alza. Ocurre en lugares en conflicto y en otros que no. Levantamos la alarma, todo el mundo dice que estos ataques son inaceptables pero no vemos una respuesta global para realmente frenarlos", sostuvo a su vez Bruce Aylward, director ejecutivo de emergencias.

El 38 % de los ataques ocurrieron en Siria; el 9 % en Cisjordania y Gaza; el 7 % en Irak; el 7 % en Pakistán; el 6 % en Libia; el 5 % en Ucrania; el 5 % en República Centroafricana; y el 4 % en Yemen.

Sudán, Afganistán, Sudán del Sur registraron cada uno un 3 % de los ataques; Guinea, República Democrática del Congo y Nigeria un 2 % cada uno; y Colombia, Somalia, Liberia, Sierra Leona, y Myanmar un 1 % cada uno.