El ministro de Gobernación (Interior) de Guatemala, Francisco Rivas, elevó hoy a 13 los muertos en una riña por el control de una cárcel, entre los que están el capitán Byron Lima, que cumplía una pena de 20 años por el asesinato de un obispo, y una mujer de nacionalidad argentina.

En una rueda de prensa, Rivas dijo que la pelea en el sector nueve de la Granja Penal Pavón se originó con una granada lanzada contra Byron Lima, encarcelado por el asesinato en 1998 del obispo Juan Gerardi.

El titular de Gobernación explicó hoy que la trifulca está motivada por el control del penal entre los seguidores de Lima, cuyo cuerpo fue encontrado con fragmentos del artefacto explosivo y dos disparos de bala, y del narcotraficante Marvin Montiel Marín, alias "El Taquero".

"El Taquero", que será trasladado junto a otros 25 reos implicados en la riña a otros centros penitenciarios, cumple una pena de 820 años de prisión por la matanza de 16 turistas, 15 de origen nicaragüense y un holandés.

Rivas explicó que las autoridades ya tomaron el control de la cárcel, ubicada en el municipio capitalino de Fraijanes, y añadió que de los 13 cadáveres, cinco ya fueron trasladados al tanatorio de la capital, mientras que los otros ocho permanecen en el centro penitenciario.

De los fallecidos, cuatro fueron decapitados, uno calcinado y tres murieron por heridas de bala, y al menos diez personas que no fueron identificadas resultaron heridas por este ataque.

Este lunes, al menos 125 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas, se encontraban en el interior de la cárcel de visita a sus familiares, aunque todas fueron evacuadas.

Byron Lima, uno de los presos más poderosos del país, fue condenado por el asesinato de Gerardi, al igual que su padre, el coronel retirado del Ejército Byron Lima Estrada, el sacerdote Mario Orantes, quienes ya cumplieron sentencia y recuperaron su libertad, y también el especialista Obdulio Villanueva, quien fue asesinado en 2003 durante un motín carcelario.

El obispo Gerardi fue asesinado el 26 de abril de 1998, dos días después de presentar el informe "Recuperación de la Memoria Histórica (Rehmi). Guatemala: Nunca Más", en el que se documentan más de 54.000 violaciones de los derechos humanos durante la guerra civil (1960-1996), el 90 por ciento atribuidas al Ejército de Guatemala.