El Gobierno de Mali decretó anoche el estado de emergencia durante diez días, vigentes desde las 00.00 horas de hoy, debido a "la persistencia de la amenaza terrorista", tras el sangriento ataque yihadista del martes contra un cuartel de Nampala (centro), que causó la muerte de 17 soldados.

El estado de emergencia había estado vigente en todo el país durante tres meses, que expiraron el pasado 15 de julio, aunque el país esté lejos de la deseada estabilidad y abunden los ataques terroristas.

El Consejo de Ministros consideró anoche que el estado de emergencia -que suspende varios derechos ciudadanos- responde así a "las acciones de lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y todas las formas de amenaza o atentado a la paz y la seguridad de las personas y sus bienes".

Por su parte, el Presidente de la República, Ibrahim Boubacar Keita, viaja hoy a Segou, capital de la IV Región, para participar en los funerales de los 17 soldados caídos en el ataque a Nampala, y para visitar asimismo a los numerosos soldados heridos y que aún siguen hospitalizados.

Hasta el momento, persisten dudas sobre el número total de militares desaparecidos en los ataques, que según algunas fuentes podrían ser hasta veinte, pero el Gobierno no ha ofrecido ninguna información al respecto.

El ataque de Nampala, que tuvo varias fases, fue reivindicado por dos grupos yihadistas locales, Ansar Dine (aliado con Al Qaeda en el Magreb Islámico) y un nuevo grupo yihadista peuhl (etnia negra del centro del país), quienes, además de causar una gran mortandad, consiguieron hacerse con todo el arsenal del cuartel de Nampala.