Bruselas afronta la recta final del año con el reto de volver a situarse en el mapa turístico, tras un año negro marcado por los atentados y el clima de inseguridad que ha lastrado a sectores como los de la hostelería y la restauración, esperanzados en revertir, por fin, las cifras negativas.

Aunque sufrió los atentados en marzo, la ciudad vive bajo la sombra del terrorismo desde los ataques de París, en noviembre de 2015, que motivaron fuertes medidas de seguridad, el cierre de comercios durante varios días y una campaña de Navidad dramática, con caídas de hasta el 80 % en algunos establecimientos.

Desde entonces, y hasta pasados unos meses después del 22 de marzo, la hostelería y la restauración vivieron unos días realmente catastróficos, según coinciden varios empresarios del sector, que tuvieron que cerrar temporalmente sus negocios o poner en situación de paro temporal a parte de su plantilla.

Es el caso del restaurante "Comme Chez Soi", considerado el templo gastronómico de Bruselas y situado en pleno centro, el perímetro más afectado, que ha visto caer en picado su clientela internacional, especialmente la asiática y estadounidense, según explicó su chef, Lionel Rigolet.

"Mientras la gente se sienta insegura no avanzaremos, tenemos que seguir teniendo ganas de vivir y de hacer cosas y que el Gobierno haga todo para atraer de nuevo a los turistas", dijo.

El restaurante sigue sufriendo pérdidas del 35 % y vive "una situación muy irregular" debido también a otros dos factores, la peatonalización del centro y el cierre de varios túneles principales, que han desencadenado protestas en el sector porque, según dicen, disuaden a muchos de realizar sus actividades de ocio en el centro.

En lo que va de año, el Gobierno federal belga y la región de Bruselas han invertido un total de 10 millones de euros en comunicación para "volver a situar Bruselas en el mapa turístico", explicó el secretario general de la Asociación Hotelera de Bruselas, Rodolphe Van Weyenbergh.

"Hay un problema de percepción no solo de Bruselas sino del destino ''Europa'' y ese es un trabajo a largo plazo; por ahora, las ciudades tienen que seguir su curso", añadió, y destacó que Bruselas es hoy "más dinámica que nunca" gracias a un incremento de las actividades culturales.

Sin embargo, las cifras, de momento, no remontan: en verano, las reservas hoteleras cayeron un 15 % respecto al año pasado, y las visitas guiadas un 58 % respecto a 2015, según los últimos barómetros de "Visit Brussels", el organismo oficial de turismo.

Los restaurantes, sobre todo en el centro de la ciudad, sufren aún pérdidas medias del 25 %, según datos de la Asociación de Restauradores Belga.

"Desde principios de año el sector ha sufrido mucho, la situación se acentuó en marzo y fue especialmente dura en verano", admitió su secretario general, Miguel Van Keirsbilck, para quien el inicio del curso y la vuelta a la actividad en las instituciones europeas ha "enderezado la situación" y ha dado cierta esperanza al sector.

La realidad es que la ciudad sigue su curso, la Grand-Place está hoy llena de turistas y los belgas no han dejado de salir a la calle.

"Ha habido un periodo de bajón sobre todo del turismo internacional, mucha gente ha dejado de apuntarse a París o Bruselas, porque considera que están más expuestas a riesgo, pero a nivel nacional no se nota tanto porque hay que vivir", afirma Thomas, belga residente en España que ha acudido esta vez como "turista" a la Grand-Place junto a su novia española.

Con un optimismo contenido, y con la esperanza de que nada vuelva a derrumbar sus ánimos, los ciudadanos se vuelcan en devolver el brillo a la ciudad más internacional de Europa.

Las redes sociales son grandes aliadas para difundir los atractivos de la ciudad, con campañas como "Sprout to be Brussels", (juego de palabras entre "orgulloso" y las famosas coles), a la que se han unido empresas como Brussels Airlines o ING.

Una original idea que ya cuenta con 23.000 seguidores y que invita a los internautas a hacerse fotos creativas con pegatinas del icónico vegetal, que han coloreado distintos puntos de la ciudad.