La política de "una sola China", por la que Pekín defiende que únicamente hay un estado llamado "China", es la piedra angular de las relaciones exteriores de Pekín, ya que para establecer lazos diplomáticos con otros países exige a éstos que los rompan oficialmente con la República de China (Taiwán).

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha puesto en duda que sea necesario seguir con la política de "una sola China" en una entrevista emitida ayer por la cadena de televisión Fox News, lo que pone en serios aprietos a Pekín, que la mantiene a rajatabla.

Actualmente sólo hay 22 países (12 de ellos de Latinoamérica y el Caribe, 3 de países africanos, 6 de Oceanía y un único europeo, el Vaticano) que reconocen a Taiwán y, como consecuencia, no mantienen relaciones diplomáticas con Pekín.

China y Taiwán libraron durante años una lucha por lograr aliados diplomáticos, muchas veces a través de la oferta de ayudas, préstamos y donaciones, que se calmó en 2008.

El último en "cambiar de bando" fue Gambia, a comienzos de año, cuando decidió restablecer relaciones diplomáticas con China tras 21 años de ruptura.

El porqué de la política de "una sola China" se remonta a 1949, cuando tras la guerra civil las tropas nacionalistas derrotadas del general Chiang Kai-Shek (el Kuomintang) se refugiaron del Ejército Rojo de Mao Zedong en la isla de Formosa (el actual Taiwán).

China pasó a considerar a Taiwán una provincia "rebelde" y ambos lados del Estrecho de Formosa mantienen una disputa de soberanía en la que Pekín nunca ha renunciado a recurrir a la fuerza para someter a la isla.

Aunque la República Popular de China intenta que otros países reconozcan que su Gobierno es el único legítimo de China y que Taiwán (además de Hong Kong y Macao) es una parte inalienable de su territorio, muchas naciones evitan suscribirlo plenamente y recurren a un lenguaje menos taxativo que sea aceptable para ambas partes.

En el caso de EEUU, el reconocimiento de una sola China queda recogido en el comunicado de Shanghái de 1972, emitido conjuntamente por Washington y Pekín después de negociaciones entre el presidente Richard Nixon y Mao Zedong.

"Todos los chinos de cada parte del estrecho de Taiwán mantienen que sólo hay una China y que Taiwán es parte de China. Estados Unidos no disputa esa postura", se indica en ese documento.

Si bien el texto no especifica qué Gobierno es legítimo, el presidente estadounidense Jimmy Carter reconoció formalmente a Pekín como único Gobierno de China en 1978 y cerró la embajada en Taiwán el año siguiente.