El Gobierno alemán confirmó hoy que negocia con Namibia posibles indemnizaciones por la masacre de los herero, cometida por las tropas coloniales alemanas a principios del siglo XX, no reconocida oficialmente todavía como "genocidio" por el Parlamento y el Ejecutivo de Berlín.

Después de que los principales medios germanos publicaran que representantes de los pueblos herero y nama han presentado en EEUU una demanda colectiva contra Alemania para reclamar compensaciones económicas, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Martin Schäfer, señaló que Berlín mantiene una interlocución directa con el Gobierno de Namibia.

Las compensaciones que se estudian incluyen posibles indemnizaciones económicas, admitió Schäfer tras señalar que el Ejecutivo alemán no tiene información oficial de la demanda.

Su interlocutor, precisó, es el Gobierno de Namibia, país que se independizó de Sudáfrica en 1990, aunque no se descarta que en el futuro puedan sumarse a las conversaciones organizaciones civiles.

La masacre contra decenas de miles de herero y nama entre 1904 y 1908 constituye uno de los capítulos más oscuros de la historia de la colonia del África del Sudoeste Alemana y es considerado un precedente de otras limpiezas étnicas.

Según explicó Schäfer, las conversaciones con Namibia, que comenzaron hace alrededor de dos años, marchan "bien, aunque no son fáciles porque el tema es difícil".

Ambos intentan abordar la "dolorosa historia común" y analizar los hechos ocurridos en la fase colonial, añadió el portavoz sin utilizar la palabra "genocidio".

El año pasado el Ministerio alemán de Exteriores avanzó su intención de aprobar junto con el Parlamento, antes de concluir la legislatura -el próximo otoño-, una declaración para denominar genocidio a la masacre de los herero.

El debate lo había resucitado el presidente del Bundestag (Cámara Baja), Norbert Lammert, que subrayó en un artículo en el periódico "Die Zeit" que, "según los parámetros actuales del derecho internacional, la represión del levantamiento de los herero fue un genocidio".

La masacre tuvo su origen el 12 de enero de 1904 con un primer levantamiento herero contra el dominio colonial alemán, seguido en octubre por el alzamiento de la población nama.

Poco más de 15.000 de los aproximadamente 80.000 herero sobrevivieron al genocidio durante la guerra colonial y al internamiento en campos de concentración.

Se calcula que los soldados del káiser Guillermo II exterminaron de la misma manera a unos 10.000 namas, el 50 % de la población total.

El año pasado el Parlamento alemán aprobó una resolución que reconoció como genocidio las masacres de armenios cometidas hace más de un siglo por el imperio otomano, decisión que abrió una nueva crisis diplomática entre Berlín y Ankara.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, consideró que Alemania debería ocuparse más del Holocausto y otros genocidios, como el herero, y su Gobierno llegó a vetar durante meses la visita de diputados alemanes a los soldados desplegados en Turquía.