El investigador para Oriente Medio de Amnistía Internacional (AI) Ben Walsby considera que "castigar sólo los crímenes del EI (en Mosul) sería un gran error" y que la mejor manera de evitar un nuevo conflicto en Irak sería que todos reconocieran el gran número de muertes civiles.

"Se necesita una investigación independiente e imparcial que incluya a todas las partes de este conflicto, teniendo en cuenta la posibilidad de que las fuerzas iraquíes y miembros de los países que apoyan la coalición también estén involucrados en crímenes de guerra", dijo Walsby en una entrevista a Efe.

Para el investigador, una de las tres personas encargadas del último informe de AI, en el que se acusa a todos los actores involucrados en la batalla de Mosul de cometer violaciones contra la población, "la mejor manera de evitar este tipo de conflictos en Irak, un país que ha sufrido mucho (...), es reconocer la muerte de civiles y abrir la puerta a posibles responsabilidades".

"No reconocerlo y esconderlo debajo de la alfombra es volver a negar la Humanidad", dijo en una conversación por Skype.

En un informe difundido este martes, la ONG acusó al grupo yihadista Estado Islámico (EI), a las fuerzas de seguridad iraquíes y a la coalición internacional que respalda a Bagdad de cometer violaciones contra los civiles durante la ofensiva para liberar el oeste de la ciudad de Mosul.

AI destacó el uso deliberado por el EI de civiles como escudos humanos y entre los excesos de las fuerzas iraquíes y las de la coalición comandada por EEUU destacó el empleo de "armas explosivas imprecisas que mataron a miles de personas".

Además, advirtió de que "algunas violaciones podrían constituir crímenes de guerra".

Walsby insistió en que "la recomendación más importante es que haya un reconocimiento" y subrayó la importancia de no olvidar "la parte de los civiles, que han pagado un muy terrible precio".

"Lo primero que queremos en un reconocimiento por parte del Gobierno iraquí y también de todos los países que han estado vinculados en la misión ''Inherit Resolve'', tanto los países que han llevado a cabo ataques, como los que, al igual que España, han participado en la formación", agregó.

Porque, según él, incluso si no se puede probar que las fuerzas de la coalición han estado involucradas en crímenes de guerra, "debe haber algún tipo de responsabilidad compartida porque fue una acción conjunta".

En este sentido, indicó que su ONG está intentando movilizar a sus miembros para que presionen a los distintos gobiernos implicados a reconocer esta supuesta responsabilidad.

Además de pedir la apertura de "procesos judiciales, si fuera necesario", para determinar posibles responsabilidades, Walsby también hizo hincapié en la necesidad de "compensaciones y reparaciones, tanto individuales como colectivas".

El investigador también recuerda que a pesar de la liberación de Mosul, la guerra en Irak todavía no ha terminado y que los yihadistas todavía controlan zonas en las regiones de Hawiya, Tel Afar y el oeste de la provincia de Al Anbar, además de amplias posesiones en Siria.

"Realmente desearía que las recomendaciones de este informe fueran tomadas en cuenta por las partes del conflicto en Al Raqa (Siria) y otras partes", comenta sin demasiado convencimiento, mientras insiste en la importancia de que no se empleen armas que afectan a amplias áreas de terreno en zonas pobladas.

Para la elaboración de dicho informe, AI entrevistó a 151 residentes de Mosul, así como a expertos, analistas, periodistas y trabajadores humanitarios y documentó 45 ataques entre enero y mediados de mayo de 2017, en los que al menos murieron 426 civiles y más de 100 resultaron heridos.