Dos hombres resultaron muertos, otro quedó herido y diez personas fueron detenidas en el asalto a la Brigada 41 de Blindados del Batallón Paramacay, de la ciudad de Valencia, la segunda del país y capital del estado de Carabobo, en el centro norte de Venezuela, informó ayer el presidente del país caribeño, Nicolás Maduro.
“La metodología de seguridad dio como resultado (...) dos fueron abatidos por el fuego leal a la patria, uno está herido. De estos diez atacantes que quedaron en las instalaciones del Paramacay, nueve son civiles, y solo uno es un teniente desertor”, dijo en su programa televisivo emitido por la cadena estatal VTV. El jefe de Estado venezolano hizo este anuncio en “Domingos con Maduro” e indicó que el teniente ya está capturado y prestando colaboración “activamente”.
El Gobierno venezolano dijo ayer que la “mano negra del Imperialismo”, en alusión a Estados Unidos, está vinculada con el ataque a la base militar en el estado litoral cometido por varias personas que llamaron a la “rebeldía” contra el presidente Maduro.
“Detrás de estas operaciones paramilitares y propagandísticas se encuentra la mano negra del imperialismo. Lo denunciamos al mundo”, escribió en su cuenta de Twitter el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
El presidente Maduro, por su parte, felicitó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por la “reacción inmediata” que han tenido frente al “ataque terrorista” que sufrió la unidad militar en Valencia.
“Desde aquí quiero felicitar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana por la reacción inmediata que se ha tenido frente al ataque terrorista. Hace una semana les ganamos con votos y hoy (por ayer) hubo que ganarle con balas al terrorismo”, dijo Maduro.
El presidente indicó que mantuvo conversaciones con el comandante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), el mayor general Jesús Suárez Chourio.
Asimismo, Maduro felicitó al ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, a “todo el Estado mayor Superior” y a Suárez Chourio, con quien, aseguró estar en contacto “permanente”.
Suárez Chourio había informado previamente sobre el asalto: “Un grupo de paramilitares que aprovechando las condiciones del momento nos asaltaron, pero inmediatamente fueron repelidos, fueron derrotados y estamos aquí festejando el triunfo de la patria”.
Maduro, al igual que Suárez Chourio, sostiene que lo ocurrido ayer no fue un alzamiento militar, sino “un ataque terrorista”.
El ataque a la unidad militar fue dado a conocer a través de un vídeo en el que un grupo de unos veinte hombres vestidos de militares portando armas largas acompañan a un portavoz que se identifica como “capitán Juan Caguaripano” y “comandante” de la operación denominada “David Carabobo”.
Por otro lado, Ramón Rivas, dirigente de la oposición venezolana en el estado de Carabobo, murió por arma de fuego durante la manifestación ciudadana que tuvo lugar en Valencia, cerca del cuartel militar que fue asaltado horas antes, indicaron fuentes opositoras.
En su cuenta en la red social Twitter, la formación antichavista Avanzada Progresista (AP) indicó que Rivas pertenecía a sus filas y murió en la llamada redoma de Guaparo, donde se concentraron decenas de personas para manifestarse a favor del asalto al cuartel de Paramacay.
“Exigimos se investigue la muerte por arma de fuego de Ramón Rivas”, escribió en Twitter el secretario general nacional de AP, Luis Augusto Romero.
El dirigente opositor venezolano Henrique Capriles difundió un mensaje publicado inicialmente por el diputado Marco Bozo, natural de Carabobo, en el que se asegura que Rivas fue “asesinado por un impacto de bala” en medio de esa manifestación, dispersada por las fuerzas de seguridad.
“Mi más sentido pésame a la familia de Ramón Rivas, dirigente de Avanzada Progresista, y a nuestro amigo Henri Falcón por irreparable pérdida”, dijo en la misma red social Miguel Cocchiola, alcalde de la ciudad de Valencia, capital de Carabobo.
Esta es la primera muerte en el país durante manifestaciones después de siete días y, de confirmarla la Fiscalía, elevaría a 122 el balance de esa institución sobre las víctimas mortales en la oleada de manifestaciones que se inició el pasado 1 de abril.