El sultán Hassanal Bolkiah de Brunei, el hombre más rico del mundo hasta que le destronó Bill Gates, cumplió hoy el quincuagésimo aniversario en el trono como un rey absoluto que cada vez se apoya más en el islam y la sharía (ley islámica).

El vigésimo noveno sultán de una dinastía con cerca de siete siglos de antigüedad gobierna un Estado de poco más de 400.000 habitantes y una superficie de casi 5.800 kilómetros cuadrados, más pequeño que Palestina, situado en el norte de la isla de Borneo.

Además de soberano, jefe de Estado y guía espiritual, el mandatario de 71 años desempeña el cargo de primer ministro y lleva las carteras de Asuntos Exteriores, Justicia, Defensa, Finanzas y Comercio.

El sultán, al que se le calcula una fortuna de 20.000 millones de dólares (16.990 millones de euros), maneja las cuentas estatales y los beneficios extraídos por la explotación del petróleo y gas de las reservas del país, que representan más de la mitad del PIB y que se habrán agotado antes de 20 años.

Bolkiah, que en su juventud estuvo más interesado en el juego, las mujeres, las fiestas, el polo y los coches que en la política, acredita su reinado con el "Melayu Islam Beraja" (monarquía islámica malaya), la ideología oficial.

La doctrina es básicamente, según el artículo "The Oppression of Brunei", un intento de justificar por medio de la fe el derecho del monarca a reinar sin oposición; "el sultán se autoproclama esencialmente un papa del Medievo".

El Código Penal se reformó en 2013 para contener la sharía y empezó a aplicarse por fases al año siguiente.

En 2015, se prohibió la Navidad en público, las luces y árboles navideños, los villancicos y otras tradiciones que acostumbran a acompañar a esta festividad, aunque se permitió la celebración en la intimidad de los hogares.

Si el arte de gobernar Bolkiah es cuestionable, por la falta de democracia, pese a que la educación y la sanidad sean gratis, no sucede lo mismo con la prodigalidad real.

"Hay mucha gente rica y famosa en el mundo, pero no todos dominan el arte de derrochar (...) el sultán de Brunei es una persona versada en el arte de derrochar riquezas de la manera más pródiga", según el portal Richborn.

Es célebre la colección real de al menos 5.000 vehículos, entre ellos un modelo por cada temporada del mundial de Fórmula Uno desde 1980 y piezas exclusivas, entre otras, seis Ferrari F90, los únicos que se fabricaron, dos Ferrari Mhytos, el Aston Martin V8 Vantage Special Series II, un Mercedes-Benz CLK-GTR Supersport y el modelo original en rojo del Bentley Continental R.

El libro Guinness de los récords concede a Bolkiah la flota privada de Rolls-Royces más grande del mundo, formada por 600 vehículos de la marca británica.

Exclusivo es también el palacio Nurul Iman, su residencia, inaugurado en 1984 para celebrar la independencia del Reino Unido y que está considerado el más grande del mundo, con 1.788 habitaciones y 257 baños, un salón de banquetes para 5.000 comensales, una mezquita para 1.500 fieles, cinco piscinas y un establo con aire acondicionado, entre otros lujos.

La lista de famosos que ha contratado es envidiable, entre otros, Diana Ross, Michael Jackson, Janet Kackson, Elton John, Tina Turner, Stevie Wonder, Madona, Bon Jovi, Mariah Carey.

Se dice que a Whitney Houston le ofreció un cheque en blanco por un concierto y la diva se valoró en más de siete millones de dólares.

Pocos son los escándalos que han trascendido a la prensa del sultán de Brunei para el estilo de vida que ha llevado.

Entre los más sonados se cuentan los matrimonios y posteriores divorcios con la azafata Haja Mariam (1982-2003) y la presentadora de televisión Azrinaz Mazhar (2005-2010), o la batalla judicial con el príncipe Jefri, su hermano menor y compañero de correrías.

O cuando Miss Estados Unidos 1992, Shannon Marketic, le acusó en los juzgados estadounidenses de haberla secuestrado y utilizado como esclava sexual durante un mes.

La justicia estadounidense desestimó el caso porque Bolkiah disfrutaba de inmunidad como jefe de Estado.