La aviación rusa eliminó a cerca de 200 combatientes yihadistas, entre ellos varios comandantes del grupo Estado Islámico, durante varias operaciones en Siria, informó hoy el Ministerio de Defensa de Rusia.

Cerca de 80 de esos milicianos fueron abatidos en el bombardeo efectuado por los aviones rusos contra un puesto de mando en la ciudad de Al Mayadín, controlada por el EI, explicó el portavoz castrense Konashénkov.

Entre ellos figuraban varios guerrilleros procedentes del Cáucaso Norte, según en general ruso, que estimó en una veintena los automóviles equipados con piezas de artillería y en tres los arsenales destruidos por los bombardeos rusos.

Más de 60 mercenarios oriundos de Egipto, Túnez y de la antigua Unión Soviética resultaron muertos al sur del fortín yihadista de Deir al Zur, en el valle del Éufrates.

En la localidad de Abú Kamal, también en la provincia de Deir al Zur, el Ejército ruso mató a 40 combatientes llegados del vecino Irak y también de la centroasiática Tayikistán.

Además, el general confirmó que la aviación rusa eliminó en una misión anterior a las afueras de Abú Kamal a tres comandantes del Estado Islámico procedentes del Cáucaso Norte y que se habían escondido durante largo tiempo en Irak.

Uno de los comandantes era el georgiano Tarján Batirashvili, más conocido como Abu Omar ash-Shishani, considerado uno de los dirigentes del EI, no en vano el Pentágono ofreció 5 millones de dólares por información sobre su paradero.

Recientemente, Konáshenkov informó de que el líder del grupo yihadista Frente de la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra y filial de Al Qaeda), Abu Muhamad al Julani, resultó herido de gravedad en un bombardeo de la aviación rusa.

Esta semana los submarinos rusos "Veliki Novgorod" y "Kolpino" lanzaron desde aguas del Mediterráneo misiles de crucero Kalibr contra objetivos de los yihadistas junto a Al Mayadín.

Desde el pasado 2 de septiembre, las fuerzas gubernamentales sirias llevan a cabo una operación contra los radicales en Deir al Zur y su periferia, en la que han ganado terreno frente a los extremistas, que dominaban casi toda la provincia del mismo nombre.