Al menos 45 personas han muerto debido a una epidemia de peste bubónica y neumónica en Madagascar, enfermedades de las que se han detectado ya 384 casos en el país isleño desde agosto, informan hoy medios locales.

Estas estadísticas, ofrecidas por el Ministerio de Salud Pública, reflejan una mayor incidencia de la peste bubónica, una modalidad de la enfermedad en la que la bacteria afecta al sistema linfático, con brotes regulares anuales en Madagascar que afectan a unas 400 personas.

En algunos casos, del sistema linfático se pasa al pulmonar, permitiendo así la transmisión humano a humano -algo que no ocurre con la bubónica- a través de las excreciones bucales, como la tos y la saliva.

La versión pulmonar, provocada por la bacteria Yersinia pestis, es más peligrosa y más difícil de tratar que la linfática, y puede ser mortal en 24 horas si no es tratada a tiempo con antibióticos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la cuarentena para aislar el contagio, que también puede producirse por contacto entre humanos y animales, ya que la bacteria está presente en roedores salvajes y en sus pulgas.

De los 384 casos confirmados por las autoridades sanitarias malgaches, 106 son de peste bubónica y 277 de neumónica, además de uno de peste septicémica.

La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) ha autorizado una partida de 360.000 francos suizos (368.000 dólares, 313.000 euros) para apoyar a la Cruz Roja local, que además contará con el refuerzo de más de 1.000 voluntarios que están recibiendo entrenamiento para combatir la epidemia.

Esto se une a las 1,2 millones de dosis de antibióticos enviadas por la OMS a este país del suroeste de África, que pueden ser suficientes para tratar a unas 5.000 personas e inmunizar a otras 100.000.

Pese a la alarma generada en el país, la OMS aseguró el pasado día 3 que el riesgo de propagación internacional es "bajo", por lo que aseguró que no existen razones para restringir los viajes o el comercio con este país.

A diferencia de pasados brotes de peste en Madagascar, esta vez se ha propagado en algunas de las principales áreas urbanas del país, incluyendo la capital y ciudades portuarias, lo que hace temer consecuencias graves.

La capital, Antananarivo, tiene una población de dos millones de personas, mientras que las áreas portuarias donde se han detectado casos corresponden Toamasina y Mahajanga.

Además, inquieta a la OMS el alto número de afectados ya que la temporada de brotes, que se extiende hasta abril, acaba de empezar.