El Gobierno del presidente de EE.UU. Donald Trump, presentará hoy una nueva estrategia hacia Irán, destinada "a neutralizar" su "influencia desestabilizadora" y centrada en "restringir" sus agresiones, en particular "su apoyo al terrorismo".

Tras nueve meses de deliberaciones con su equipo de seguridad nacional y conversaciones con el Congreso, Trump anunciará hoy su nueva hoja de ruta respecto al país islámico, pero según un documento adelantado por la Casa Blanca, las líneas maestras de su plan buscan "negar al régimen iraní todos los caminos hacia un arma nuclear".

El texto no especifica, sin embargo, su decisión sobre el pacto nuclear multilateral firmado con Irán en 2015, la cual debe dirimir antes del 15 de octubre si considera que Teherán está cumpliendo el pacto multilateral para limitar el programa atómico iraní, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.

"Las actividades del régimen iraní han socavado severamente cualquier contribución positiva a la ''paz y seguridad regional e internacional'' que el Plan Integral de Acción Conjunto (JCPOA) trató de lograr", apunta el texto sobre el pacto rubricado por Teherán junto a EEUU, Rusia, China, Francia, Alemania y el Reino Unido.

"Incluso con respecto al JCPOA en sí, el régimen iraní ha mostrado un patrón de comportamiento perturbador, buscando explotar lagunas y poner a prueba la resolución de la comunidad internacional", considera el Gobierno de Trump.

Entre otras cosas, denuncia que "los propios líderes militares iraníes han declarado públicamente negarse a permitir inspecciones de sus instalaciones militares por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA)", lo que a su parecer socava los compromisos de Irán sobre el acuerdo.

"Este comportamiento no puede ser tolerado; el acuerdo debe ser estrictamente aplicado, y el OIEA debe utilizar plenamente sus autoridades de inspección", subraya, sin dar más detalles de su decisión.

No obstante, se espera que Trump declare que el Congreso de EE.UU. debe revisar el acuerdo nuclear porque no está "en el interés nacional" de su país, algo que puede suponer el principio del fin del pacto.

"Revitalizaremos nuestras alianzas tradicionales y asociaciones regionales como baluartes contra la subversión iraní y restauraremos un equilibrio de poder más estable en la región", reza el documento facilitado por la Casa Blanca, en el que se enumeran las amenazas que a juicio estadounidense, supone Irán para el mundo.

Asimismo, el texto asegura que el Gobierno de EEUU trabajará para negar a Teherán, y especialmente al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC, en inglés), "la financiación de sus actividades malignas", buscando frenar las actividades del IRGC que "extorsionan la riqueza del pueblo iraní".

Aunque el documento facilitado por el Ejecutivo no detalla las medidas concretas que tomará a este respecto, este planteamiento podría suponer la posibilidad de que el Gobierno de Trump designe como grupo terrorista al Cuerpo de Guardianes, una línea roja para el régimen de los ayatolás.

Entre esos ejes fundamentales de su plan, Trump prevé combatir las amenazas que Irán pueda suponer contra Estados Unidos y sus aliados a través de misiles balísticos y otras armas asimétricas; y reunirá a la comunidad internacional para condenar "las violaciones flagrantes de los derechos humanos del IRGC".

De acuerdo con los medios estadounidenses, Trump planea "eliminar la certificación" gubernamental de que el pacto multilateral está "en el interés nacional de Estados Unidos".

Aunque ese paso no supone que Washington salga del acuerdo, sí abriría una revisión de 60 días en el Congreso estadounidense, que debería considerar "los próximos pasos", incluida la posible imposición de sanciones a Irán.