Cinco de los magistrados que fueron designados por la oposición venezolana para integrar el nuevo Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) han llegado este jueves a Chile como asilados políticos para huir de la persecución de la que dicen ser víctimas por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.

José Fernando Núñez, Elenis Rodríguez, Beatriz Ruiz y Zuleima del Valle han llegado alrededor de las 10.40 (hora local) al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, donde han sido recibidos por el ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz. El quinto, Luis Marcano, llegará después.

Los cinco se refugiaron en la residencia del embajador chileno en Caracas durante dos meses hasta que el pasado 22 de agosto Muñoz anunció que se les había reconocido el estatus de asilados políticos, lo que les permitiría salir de Venezuela rumbo a su nuevo hogar.

Muñoz ha explicado este jueves a la prensa que Chile solicitó a Venezuela los salvoconductos pertinentes pero "como eso no ocurrió los magistrados decidieron salir por su voluntad y cruzar la frontera a Colombia", donde fueron recibidos por el embajador chileno en Bogotá para ser trasladados finalmente al país suramericano "por vía áerea".

"Chile, como dice en su himno nacional, es ''el asilo contra la opresión'' y por eso los recibimos en la tradición del Derecho internacional y de lo que Chile siempre ha hecho con quienes estiman que su seguridad está en peligro", ha destacado Muñoz.

Los cinco magistrados podrán permanecer en Chile durante dos años con un permiso de residencia por motivos políticos que deberán obtener mediante las gestiones oportunas, ha indicado Muñoz. "Esperamos que su estadía en Chile sea grata", ha añadido, según informa el diario local ''La Tercera''.

Beatriz Ruiz, una de los magistrados, ha expresado su agradecimiento a Chile. "Nos obligaron a abandonar a nuestra amada patria, Venezuela, pero hoy otra nación nos da cobijo, nos protege en libertad. Porque ese es el derecho fundamental del hombre: la libertad y la vida", ha valorado.

LA BATALLA POR EL TSJ

El TSJ es una institución de especial importancia en el actual contexto venezolano porque la Constitución le otorga el papel de árbitro para dirimir los conflictos que puedan surgir entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Su papel se convirtió en protagónico a raíz de las elecciones del 6 de diciembre de 2015, que dieron a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- el control hegemónico de la Asamblea Nacional tras más de una década de dominio ''chavista''.

El Parlamento saliente, el ''chavista'', aprovechó para nombrar a los nuevos magistrados del TSJ --que tocaba renovar-- antes de que los nuevos diputados tomaran posesión del cargo, el 5 de enero de 2016, y configuraran un Congreso opositor.

La MUD, ya a las riendas de la Asamblea Nacional, intentó impugnar a los llamados magistrados exprés, pero el TSJ decidió mantener a los jueces elegidos por el antiguo Parlamento. La sede legislativa, en señal de rebeldía, designó a otros 33 magistrados, creando un TSJ paralelo, con lo que ahora dos tribunales se disputan el trono del Poder Judicial.

La mayoría de estos 33 magistrados opositores han buscado la protección internacional, bien huyendo de Venezuela, bien refugiándose en misiones diplomáticas extranjeras. Todos se enfrentan a penas de cárcel por "usurpación de funciones".