La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital del Estado de Israel ha desatado una ola de indignación en el norte de África, donde se suceden los llamamientos a movilizaciones masivas de diversos grupos.

El primero en instar a todos los musulmanes del mundo a rebelarse y protestar en las calles fue el gran muftí de Trípoli, máxima autoridad religiosa de Libia, jeque Al Sadiq al Ghariani.

En una declaración difundida durante su programa semanal en la televisión local Tanasuh, el clérigo -de ideología salafista- subrayó que "la ocupación judía de Jerusalén es una crimen contra los cristianos y musulmanes".

La llamada Al Ghariani se ha repetido en otros lugares del norte de África, como en Túnez, donde ha sido el principal sindicato del país, la UGTT, la que ha instado a todos los ciudadanos a llenar las calles.

En un comunicado difundido anoche, la organización definió la decisión de decisión de Trump de "declaración de guerra" y sugirió que las protestas "sean masivas".

Argelia, por su parte, se limitó a expresar su "profunda preocupación a través de un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores difundido a través de los medios oficiales.

En la misma línea se pronunció el gobierno tunecino, que manifestó su inquietud por una decisión "que constituye un ataque fundamental a la situación legal e histórica y una violación de las resoluciones de la ONU".

"Túnez cree que esta decisión amenaza seriamente los pilares del proceso de paz entre palestinos e israelíes y los esfuerzos para recuperar la negociación", afirmó.

"Y añadirá más tensión e inestabilidad a la región, al tiempo que agita los sentimientos de las comunidades árabes y musulmanes hacia una ciudad considerada santa", concluyó.

La decisión del mandatario estadounidense ha desatado una ola de ira y protestas en todo el mundo, y en particular en las naciones árabes y musulmanas.