La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff manifestó hoy que la persecución judicial bajo cargos de supuesta corrupción contra el también exmandatario de su país Luiz Inácio Lula da Silva se debe a que la derecha brasileña "no tiene un candidato" para las elecciones de 2018.

Rousseff, quien participó en una conferencia en Montevideo, afirmó que los partidos de centro y derecha de Brasil quieren destruir a Lula por una "guerra política", pero aseveró que su predecesor (2003-2010) va a ser de nuevo candidato a la presidencia.

"Si tuviesen un candidato no querrían tanto destruir a Lula, quieren destruirlo porque no tienen un candidato", apuntó.

"Usan la ley como arma de guerra política y de destrucción civil, de la ciudadanía de una persona, acusándola de corrupción, y no les interesa si después la persona será absuelta, les interesa que la bloqueen o la destituyan", añadió.

La expresidenta (2011-2016) hizo un paralelismo entre esa situación y la que llevó en 2016 a su destitución por supuestas irregularidades fiscales, algo que siempre define como "golpe".

"Es como mi golpe, ellos consideraron durante un tiempo que era justo y nosotros tenemos que desmontarlo y mostrar que es una persecución política y una injusticia", señaló Dilma Rousseff.

Sobre ese último punto, la exmandataria destacó además que, si bien la izquierda en Brasil, y en particular su Partido de los Trabajadores (PT), sufrieron un golpe, ya es hora de contraatacar.

"Para nosotros es fundamental conseguir revertir este proyecto (golpista), y esto solo podrá ser revertido ahora en 2018, si no la lucha de largo plazo es mucho más dura", dijo.

Tras lo cual recalcó que "tenemos que intentar revertirlo ahora, porque tenemos las condiciones políticas".

En esa lógica, hizo un llamamiento a recuperar el impulso democrático.

"La democracia para nosotros es el lado cierto de la historia, siempre que estuvimos con la democracia ganamos, siempre que profundizamos la democracia ganamos y siempre que la radicalizamos ganamos. Ahora estamos en un momento que vamos a resistir, Lula va a ser candidato a presidente de Brasil", concluyó.

Lula ha sido condenado a nueve años y medio de prisión en primera instancia por delitos de corrupción, y si esa sentencia es confirmada por un tribunal superior antes de las elecciones la ley le impedirá aspirar a cualquier cargo público.

Rousseff hizo estas declaraciones en el acto de cierre del XXXI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología (Alas) de Uruguay, que comenzó el pasado domingo y se extendió hasta este viernes, organizado conjuntamente con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

La conferencia final giró en torno a "El futuro de la izquierda en un mundo en convulsión" y contó además con las disertaciones del expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015), el vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, y la presidenta de la asociación argentina Abuelas de la Playa de Mayo, Estela de Carlotto.

En su discurso, Mujica, de 82 años, consideró que "la izquierda tiene que incorporar la lucha por la felicidad humana, no solo por el desarrollo", porque la sociedad ha entrado "en el siglo de la enfermedad de las neuronas, de la ansiedad".

"Queda atrás la historia de las bacterias y de los virus, ahora son las enfermedades nerviosas, expresión del fracaso de nuestra civilización", afirmó el exgobernante uruguayo (2010-2015).