Los bancos británicos han comenzado a verificar el estatus migratorio de millones de sus clientes, dentro de un plan que anunció hoy el Gobierno del Reino Unido para cerrar las cuentas de inmigrantes irregulares a fin de obligarles a abandonar el país.

La secretaria de Estado de Inmigración, Caroline Nokes, designada esta semana para ese cargo por la primera ministra conservadora, Theresa May, indicó que la medida forma parte del compromiso del Ejecutivo para "dificultar a las personas que no tienen derecho a vivir o trabajar en el Reino Unido a que permanezcan" en el país.

"Aquellos que viven y trabajan aquí de manera ilegal pueden hacer que bajen los salarios de los trabajadores legales" y "agregan presión sobre los servicios públicos pagados por el contribuyente", dijo.

Bajo el nuevo plan del Gobierno, los bancos y las entidades de préstamos del Reino Unido deben comprobar el estatus de todos sus clientes y advertir al Ministerio de Interior de cualquier inmigrante irregular que detecten.

Un portavoz de ese Ministerio detalló que tan solo compartirá con los bancos los datos personales de aquellos que pueden ser deportados del Reino Unido o bien de aquellos que han evitado los controles migratorios.

Los que tengan peticiones pendientes de residencia o recursos de apelación, como las personas que han pedido asilo en el país, no estarán afectados por la medida, según el Gobierno.

Nokes resaltó que el Ejecutivo debe "mostrarse firme con aquellos que rompen las normas, dado que la inmigración ilegal tiene un impacto sobre toda la sociedad".

"Atajando los abusos de este modo, podemos construir un sistema de inmigración que funcione en interés del país y evite que las personas vulnerables se encuentren en riesgo de explotación", dijo la secretaria de Estado.

Un portavoz de la organización en defensa de los derechos de los inmigrantes Joint Council for the Welfare of Immigrants advirtió, por su parte, de que el Ministerio de Interior suele cometer "errores" a la hora de determinar el estatus migratorio de algunas personas, lo que puede llevar ahora al cierre de cuentas de manera equivocada.

"Lo más chocante de este sistema es que las cuentas bancarias de la gente, que son necesarias para mantener sus trabajos, sus hogares y todos los aspectos de su vida, pueden ser cerradas sin que haya procesos claros para rectificar la medida o ofrecer una compensación", afirmó ese portavoz.