La ratificación de un fallo favorable a la extradición desde Estados Unidos del expresidente panameño Ricardo Martinelli a su país y el anuncio de uno de sus abogados sobre la posible decisión de no apelar sugirieron hoy su pronto regreso a Panamá.

La jueza Marcia G. Cooke ratificó este martes en una corte del Distrito Sur de Florida el fallo emitido en agosto pasado por el juez Edwin Torres que autorizó la extradición de Martinelli por cuatro delitos relacionados con escuchas ilegales y malversación de fondos (peculado).

Bien afeitado y vestido con uniforme de preso color beige, Martinelli asistió a esta audiencia de hora y media en la que hablaron sobre todo sus abogados, en especial David Howard, incorporado recientemente al equipo de la defensa.

La jueza Cooke se mostró reacia a los argumentos de la defensa sobre los defectos en la solicitud de extradición expedida por el Gobierno de Panamá y el carácter no retroactivo del tratado de extradición en el caso de los cargos relacionados con escuchas.

Cooke preguntó al fiscal Adams Fels sobre la orden de detención para establecer si era un argumento sustancial o un mero fallo de procedimiento el hecho de que la solicitud no hubiera incluido al menos un cargo específico por el cual Panamá pedía la extradición de Martinelli.

Dicho documento solo alude al desacato al tribunal porque el expresidente no se presentó a una audiencia, lo que en sí no es un delito extraditable.

En ese sentido, el fiscal explicó que Panamá y Estados Unidos "tienen procedimientos diferentes", pero un mismo interés a la hora de llevar a cabo una extradición. "Jueza esa orden es suficiente", aseguró Fels a Cooke.

La jueza rechazó el recurso de amparo presentado por Martinelli y decidió mantener los efectos del fallo del juez Torres, quien señaló en agosto pasado que había "suficiente evidencia para establecer causa probable para todos los cargos presentados" contra el exgobernante panameño.

Marcia G. Cooke señaló, no obstante, que persistían algunos "problemas legales" y garantizó un plazo hasta el 6 de febrero en caso de que la defensa quiera presentar una apelación antes de proseguir el proceso de extradición ante el Departamento de Estado.

Sin embargo, el abogado Sitton, que representa a Martinelli en Panamá, contó a la salida de la corte que el expresidente había decidido la noche anterior, independientemente de la decisión que adoptase hoy la jueza, no apelar y enfrentarse a la justicia panameña por los cargos de escuchas ilegales.

"Él (Martinelli) comulgó conmigo que ya era hora de enfrentar ese proceso. Paso el trámite del Departamento de Estado, que es un trámite administrativo, y de ahí vamos a Panamá", indicó su abogado.

Sitton destacó que allí sería solo juzgado por los cargos de interceptaciones telefónicas, porque "todos los otros casos que le han levantado en Panamá se desvanecen porque hay la regla de la especialidad".

Sin embargo, el portavoz de Martinelli, Luis Eduardo Camacho, señaló a la salida del tribunal que no hay decisión tomada sobre un posible regreso y subrayó que analizará el tema mañana miércoles con el propio expresidente cuando lo visite en prisión.

Camacho aseveró, además, que vale la pena tener en cuenta la posibilidad de solicitar la libertad bajo fianza, dado que, según dijo, la jueza se mostró abierta a analizarla.

"El fallo además está en suspenso hasta el 6 de febrero para que decida si va a presentar la apelación", enfatizó Camacho.

El expresidente lleva detenido desde el pasado 12 de junio en razón de una solicitud de extradición presentada por la Corte Suprema de Justicia de su país.

Panamá solicitó a Estados Unidos la extradición de Martinelli, de 65 años, para que responda por un caso de escuchas ilegales durante su gobierno (2009-2014) del que fueron víctimas 150 personas, incluidos periodistas, empresarios y políticos.

El recurso de amparo ante la justicia estadounidense había sido dirigido por Martinelli al fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions; el secretario de Estado, Rex Tillerson; y al jefe en activo del centro de detención de Miami donde está recluido, Robert Wilson.