El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo hoy que no ha escuchado ningún hecho concreto que indique la presunta implicación de Moscú en el envenenamiento del exespía Serguéi Skripal en el Reino Unido.

"No hemos escuchado ningún hecho concreto, solo hemos visto reportajes en televisión donde sus colegas dicen con caras serias que si ha sido Rusia habrá una respuesta que Rusia nunca olvidará", dijo Lavrov, en una conferencia de prensa en Adis Abeba.

"Esto no es serio. Es pura propaganda y el colmo de la histeria", añadió el ministro, que ofreció la ayuda de Moscú en la investigación.

"Si realmente hay interés en nuestra colaboración con esta investigación, si la ayuda de Rusia se necesita sinceramente, estaremos dispuestos a examinar esta posibilidad, siempre y cuando tengamos los datos necesarios", dijo.

Lavrov también consideró que no es apropiado trazar paralelismos entre este caso y el de la muerte en 2006, también en Reino Unido, de otro exsespía ruso, Alesánder Litvinenko, envenenado con la sustancia radiactiva Polonio-2010 que alguien echó en una taza de té.

"He estado viendo la televisión. No hay forma de escapar a eso. Pero se han empezado a trazar paralelismos con la muerte de Litvinenko también en Reino Unido. Quiero recordar que la investigación sobre la muerte de Litvinenko, de la que se ha culpado a Rusia, no ha llegado aun a su conclusión", señaló en la conferencia de prensa, difundida por los medios rusos.

"Nosotros ofrecimos nuestros servicios, nuestra cooperación, pero el sistema de justicia de Reino Unido considera que está por encima de eso. Le basta con emitir un veredicto sin base que está muy lejos de ser exhaustivo. Deja decenas de datos y hechos relacionados con esta tragedia bajo la alfombra", dijo Lavrov, en relación a las acusaciones británicas en este caso contra Rusia y su presidente, Vladímir Putin.

Skripal, de 66 años, y su hija Julia, de 33, continúan ingresados en estado grave en la ciudad británica de Salisbury (centro de Inglaterra), donde el pasado domingo fueron envenenados "de forma intencionada" con un agente nervioso, tal y como confirmó ayer Scotland Yard.

Muchas son las voces que han apuntado en los últimos días a una posible implicación de Rusia en lo sucedido, por su parecido al mediático caso del también exespía Litvinenko.

El pasado martes, en el Parlamento, el ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, adelantó que si se descubre que Rusia ha estado detrás de la intoxicación el Gobierno británico "tomará todas las medidas necesarias" para asegurar que ningún delito quede "impune" o "sin ser sancionado".

Entre esas medidas de represalia se contempla incluso el boicot inglés al Mundial de Fútbol de Rusia, que comenzará este junio.