La primera ministra británica, Theresa May, ha ofrecido "una salida" a Rusia en el caso del exespía envenenado en Salisbury al barajar que ese país perdiera el control sobre el agente nervioso, opinó hoy un reputado experto.

Jonathan Eyal, director adjunto del Instituto de Estudios Reales de Londres (RUSI, por sus siglas en inglés), calificó el "movimiento" de May como "muy inteligente".

En concreto, Eyal se refirió a la declaración hecha este lunes por la jefa de Gobierno en el Parlamento británico, donde consideró que es "altamente probable" que Rusia esté detrás del intento de asesinato al exespía ruso Sergei Skripal, de 66 años, y de su hija Julia, de 33.

Ambos fueron hallados el pasado día 4 inconscientes en un banco de la localidad inglesa de Salisbury, víctimas de un ataque intencionado en el que se empleó un agente nervioso del tipo "Novichok".

May planteó la alternativa de que Moscú pudiera haber "perdido el control" de la sustancia tóxica -un tipo de agente nervioso de grado militar desarrollado por Rusia- y que éste cayera en manos inadecuadas.

Según apuntó hoy Eyal, al considerar esa segunda posibilidad, la líder conservadora ofreció una oportunidad al país presidido por Vladimir Putin de "escapar" de las consecuencias del ataque.

En opinión del experto, la primera ministra lanzó un doble mensaje: que el Gobierno británico no puede seguir ignorando quién esta detrás de este episodio -recuerda al caso del también expesía envenenado en 2006 en Londres, Alexander Litvinenko- pero también aporta una última "vía de escape" para Rusia de evitar las "duras medidas de represalia" que se esperan.

"Lamentablemente no creo que Rusia vaya a hacer uso de esta oportunidad", sostuvo Eyal, convencido de que "el miércoles -fecha límite fijada por May para que Moscú ofrezca una alternativa "creíble"- el Reino Unido se encontrará en una posición en la que podrá defender que ha "explorado todas las opciones posibles" y las medidas de represalia son ya inevitables.

Eyal consideró que la relación entre el Reino Unido y Rusia se verá "gravemente" afectada por lo sucedido y manifestó que el enfoque ofrecido por la jefa del Ejecutivo británico es "interesante" en la medida que trata de retrasar esa confrontación.

Por su parte, Rusia calificó ayer de "espectáculo circense" las acusaciones y dijo que se trata de "una nueva campaña de propaganda informativa basada en provocaciones".

La ministra del interior británica, Amber Rudd, se reúne hoy de nuevo con el comité de emergencia Cobra, formado por varios ministros y los servicios secretos, para seguir analizando el caso de Skripal, refugiado en el Reino Unido desde 2010 y que continúa hospitalizado con su hija en estado "grave".

Por otro lado, la primera ministra acordó anoche con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, establecer una "estrecha colaboración" entre sus gobiernos a medida que avance la investigación del caso.

Según confirmó hoy un portavoz del Gobierno de Londres, ambos mantuvieron una charla telefónica en la que la May dio parte de las últimas averiguaciones del envenenamiento y Macron expresó su "solidaridad" con el Reino Unido.

"La primera ministra indicó a Macron la alta probabilidad de que Rusia esté detrás del ataque", continuó la fuente, que aseguró que ambos mandatarios departieron sobre el "comportamiento agresivo de Rusia" y acordaron que sería importante "reaccionar de manera conjunta con los aliados".

Ambos políticos consideraron que "los gobiernos francés y británico deberán coordinarse estrechamente a medida que avance la investigación y cuando Rusia responda a las acusaciones".