El conocido periodista afgano Abdul Manan Arghand murió hoy tras ser tiroteado en plena calle por dos hombres que iban a bordo de una moto en la ciudad meridional afgana de Kandahar cuando se dirigía a su puesto de trabajo.

El ataque se produjo hacia las 09.00, hora local (04.30 GMT), declaró el portavoz de la provincia de Kandahar, Zia-ul-Rahman Durranai, que explicó que la Policía "ha bloqueado completamente toda la zona y lanzado una operación para atrapar" a los asesinos, sin éxito hasta el momento.

Arghand, de 30 años, casado y con tres hijos, trabajaba para el canal de televisión privado Kabul News TV y era uno de los periodistas más activos en el turbulento sur de Afganistán, cuna del movimiento talibán.

Un compañero y amigo de la víctima con base en Kandahar, Sadiq Rishtin, manifestó que "Arghand era un periodista valiente y a diferencia de otros que se autocensuran en relación a noticias sensibles, Arghand siempre reflejaba la verdad".

De acuerdo con Rishtin, las agencias de inteligencia afganas habían advertido a Arghand de que estaba entre los objetivos de los talibanes, por lo que había tomado algunas precauciones de seguridad, "aunque esas medidas no pudieron salvar su vida".

Mujeeb Khilwatgar, director de la organización en apoyo a la libertad de prensa en Afganistán NAI, indicó que los periodistas son objetivo de los talibanes, que hoy lanzaron la "Ofensiva de primavera".

El presidente afgano, Ashraf Gani, condenó el "ataque terrorista" cometido "por los enemigos de la libertad de expresión" contra el periodista fallecido, según un comunicado.

La muerte de Arghand se produjo el mismo día en que la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha presentado el informe mundial sobre la libertad de prensa en 2017, en el que situó a Afganistán en el puesto 118 de 180 países.

Esa posición en el ránking supone una mejoría de dos puestos para Afganistán respecto al baremo anterior porque, según RSF, a pesar de la muerte de 18 periodistas y colaboradores, se estableció en el país "un mejor marco jurídico" y se crearon "comités de coordinación para incrementar la seguridad de los periodistas".

La ONG Comité para la Seguridad de los Periodistas Afganos (AJSC), en un informe presentando el pasado enero, elevó el número de periodistas muertos en territorio afgano en 2017 a 20, calificándolo como "el más mortífero" de los últimos 15 años, con un 54 % más de muertes que en 2016, cuando la cifra se situó en 13.

Dicho comité precisó que todos ellos perecieron a manos de los talibanes y del grupo yihadista Estado Islámico (EI), la mayoría en ataques directos contra oficinas de medios de comunicación como canales de televisión y agencias de noticias.