El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha mandado este domingo "al infierno" al relator especial de la ONU sobre la independencia de jueces y abogados, Diego García-Sayán dos días después de que éste alertara de que la independencia judicial está en riesgo en el país tras el cese de la presidenta del Tribunal Supremo, María Lourdes Sereno.

El Supremo, que decidió el mes pasado destituir a Sereno, a la que Duterte se había referido como una "enemiga" por haber votado en contra de varias propuestas del Gobierno, aseguró que la decisión --con ocho votos a favor y seis en contra-- fue tomada dado que la ahora expresidenta había incurrido en una serie de violaciones cuando fue nombrada para el cargo.

El relator especial aseguró este fin de semana que la salida de la presidenta del alto tribunal tras ser amenazada manda un duro mensaje para el resto de jueces del Tribunal Supremo y los miembros del poder judicial y supone una grave amenaza a la independencia judicial.

"Decidle que no interfiera en los asuntos internos de mi país. Se puede ir al infierno", ha aseverado el dirigente filipino durante una rueda de prensa antes de abandonar el país para visitar Corea del Sur.

García-Sayán ha hecho hincapié en que las amenazas de Duterte no son solo "una intimidación directa" contra la presidenta del Supremo sino que también han tenido un "efecto escalofriante" en otros jueces del alto tribunal, que pueden haberse visto disuadidos de proclamar su independencia judicial y de ejercer su libertad de expresión".

El 13 de abril, el presidente de Filipinas llamó a la presidenta del Supremo "ignorante", "tonta" y "cobarde y le recriminó que hubiera pedido a los jueces que no se entregaran a las autoridades si no les mostraban que tenían una orden de arresto contra ellos. Además, aseguró que Sereno debería ser cesada como presidenta del Supremo.