El Gobierno checo ha insistido hoy en su rechazo a un reparto de refugiados entre los socios de la Unión Europea (UE) y ha asegurado que no quiere recibir ni a un único inmigrante.

"Cuando digo que no quiero recibir ni a un solo migrante, esto es un símbolo muy concreto", aseguró hoy el primer ministro checo, el populista Andrej Babis, según informa Radio Praga.

El jefe del Ejecutivo reclamó que la Unión Europea tenga una política común en relación a la migración, pero rechazó el modelo de reparto de refugiados por cuotas entre los Estados miembros.

Por contra, pidió que el club comunitario se concentre en reforzar la seguridad interna, en llegar a acuerdos con países de África y mejorar las condiciones de vida en ese continente.

Durante un encuentro con embajadores checos, Babis insistió en la importancia de que República Checa siga dentro de la UE y afirmó que una salida supondría una amenaza el futuro del país.

Babis recordó que República Checa recibe ayuda millonarias de los fondos comunitarios y que el 83 % de las exportaciones checas van a socios de la UE.