Al menos 65 personas han muerto como consecuencia del paso del supertifón ''Mangkhut'' por Filipinas, una tormenta que ha venido acompañada de vientos de más de 200 kilómetros por hora y fuertes lluvias, según ha informado la Policía Nacional del país.

Al menos 30 de los fallecidos son mineros muertos tras un deslave ocurrido en el norte del país, lo que ha provocado la paralización temporal y parcial de la actividad minera a pequeña escala en el norte de Filipinas.

El balance oficial indica que al menos 43 personas continúan desaparecidas y que 65 han resultado heridas. Según el portal de noticias Rappler, 54 personas han perdido la vida en la región montañosa de La Cordillera.

Unas 300 personas, entre ellas agentes de Policía, bomberos y voluntarios, han reanudado las operaciones de búsqueda. "Ahora estamos terminando las operaciones de búsqueda y rescate. Mañana debería comenzar la fase de reconstrucción", ha asegurado el portavoz de la Presidencia Francis Tolentino desde Tuguegarao City en una rueda de prensa recogida por el periódico ''The Philippine Star''.

El Consejo Nacional filipino de Control de Desastres (NDRRMC, por sus siglas en inglés), ha informado por su parte de que hay 270.388 personas afectadas por el paso de la tormenta en 30 provincias. De ellas, 154.185 han sido acogidas en centros de evacuación. El NDRRMC ha contabilizado además la suspensión de las clases en 945 municipios y de los servicios municipales y de otros niveles de gobierno en 228 municipios.

También se han cancelado 127 vuelos internacionales y 125 domésticos y el tráfico marítimo está gravemente afectado en toda la isla de Luzón. Igualmente el NDRRMC da cuenta de cortes de electricidad en 142 regiones y de al menos 33 cortes de carreteras.

Un ejemplo del caos que ha provocado la tormenta es la noticia de la desaparición de un equipo de tres profesionales de la televisión TV5 en Santa Ana, en Cagayán. Los tres fueron más tarde localizados, según ha confirmado la propia televisión a través de su cuenta en Twitter.

Ahora el servicio meteorológico de Filipinas, PAGASA, ha rebajado la alerta a nivel nacional, dado que el tifón ya no está sobre el territorio, pero ha advertido de que aún se mantendrán durante varias horas los fuertes vientos y las lluvias, lo que podría provocar inundaciones y corrimientos de tierra.

ALERTA EN HONG KONG Y MACAO

El tifón, bautizado como ''Ompong'' en Filipinas, es el más potente que golpea Filipinas este año y ha atravesado el norte de la isla de Luzón, donde vive cerca de la mitad de la población del país. Ahora sigue avanzando hacia el sur de China, donde ya ha golpeado Hong Kong, y se espera que llegue a Vietnam con vientos de unos 170 kilómetros por hora. La tormenta tiene una fuerza equivalente a un huracán de categoría 5 del Atlántico.

Al menos 213 personas han resultado heridas hasta el momento en la localidad de Hong Kong. Las autoridades, que han indicado que 1.219 personas han buscado ayuda en los 48 refugios temporales que hay distribuidos en varios distritos de la ciudad, han señalado que se han registrado 179 llamadas por caídas de árboles --algunas de las cuales han provocado el bloqueo de varias carreteras--.

Asimismo, se han registrado 26 inundaciones, así como grandes olas en la zona costera. El transporte público se encuentra paralizado en su práctica totalidad y un total de 889 vuelos han sido cancelados este domingo, según ha informado la agencia de noticias Xinhua.

A las 8.00 de la tarde (hora local), el tifón se encontraba a unos 240 kilómetros de Hong Kong y está previsto que continúe desplazándose hacia la provincia china de Guangdong a una velocidad de unos 30 kilómetros por hora.

Por otra parte, el tifón ha provocado en Macao el cierre de los emblemáticos casinos y ha puesto en alerta al Ejército chino, que está preparado para facilitar la ayuda en previsión de los posibles daños. Algunas calles están ya inundadas.