El aumento de la ultraderecha en el mundo ha reavivado el interés en EE.UU. por la Brigada Lincoln de voluntarios que combatió en España contra el fascismo, explicó a Efe la directora ejecutiva de los Archivos de la Brigada (ALBA), Marina Garde.

En los años de la Guerra Civil Española (1936-1939), alrededor de 2.800 voluntarios estadounidenses, en su mayoría comunistas, se desplazaron a España para combatir junto al bando republicano contra los alzados.

Estos combatientes se autodenominaron Brigada Abraham Lincoln -en honor al decimosexto presidente de EE.UU.- y fue uno de los contingentes de extranjeros más prominentes que participaron en el conflicto al lado de la República.

"La historia de los brigadistas termina mal, el bando en el que luchaban perdió la guerra ante las tropas del general Francisco Franco -subrayó Garde-, pero es muy romántica y hace que los estudiantes, cuando la aprenden, se impliquen más en su comunidad, ya sea desde cuestiones de medio ambiente a cualquier lucha política".

De hecho, "para el progresismo estadounidense, la Brigada Lincoln es uno de los mayores referentes. En los círculos de izquierda o de lucha sindical, todo el mundo la conoce", apuntó la máxima responsable del archivo dedicado a preservar la memoria de los brigadistas.

A la organización le preocupaba que el fallecimiento de los últimos combatientes (Delmer Berg, el único que quedaba con vida, murió en 2016 a los 100 años de edad) hiciese menguar el interés por lo que este grupo de voluntarios habían hecho.

Sin embargo, el clima político en el que se ha sumergido EE.UU. desde entonces, con la elección de Donald Trump como presidente y una polarización extrema de los posicionamientos políticos en la sociedad, han contribuido a incrementarlo.

Los círculos de izquierda también han ganado notoriedad en los últimos años, con representantes tan mediáticos como el exaspirante presidencial y senador Bernie Sanders o la candidata latina al Congreso por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, en paralelo al auge de la extrema derecha.

"Ha habido un resurgir en el interés para tratar de entender lo que está sucediendo en nuestra época. La gente quiere conocer las raíces del fascismo y del antifascismo", indicó Garde.

Uno de los aspectos en los que la organización por la memoria de la Brigada ha notado más este renovado interés es en la participación en las sesiones que organizan para maestros de secundaria, que se ha doblado en los últimos años.

En ellas, ALBA ofrece materiales originales como cartas y explicaciones detalladas a los docentes para que aprendan sobre los brigadistas, y puedan luego enseñarlo en sus clases.

Esos milicianos "fueron un ejemplo de internacionalismo y nos mostraron que todos tenemos una responsabilidad con respecto a lo que ocurre a nuestro alrededor. No podían estar tranquilos con ellos mismos si no hacían algo ante una injusticia", indicó la directora ejecutiva de ALBA.

Al regresar a su país, muchos de los voluntarios fueron perseguidos por el senador Joe McCarthy en su "caza de brujas" anticomunista durante la Guerra Fría entre EE.UU. y la Unión Soviética.

Y es que muchos de sus compatriotas sospechaban de ellos por haber sido "antifascistas antes del antifascismo", en referencia a su oposición al golpe de Estado de Franco en España antes de que EE.UU. interviniese en la lucha contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial.

Pese al renovado interés, el monumento que se erigió en 2008 en San Francisco (California) en memoria de los veteranos voluntarios ha sido temporalmente retirado para su restauración.

Según contó Garde, la falta de mantenimiento por parte del organismo competente de la ciudad y la humedad (el monumento se encuentra en el céntrico barrio marítimo de Embarcadero) contribuyeron a un deterioro acelerado.

Se prevé que los 58 paneles con fotografías que conforman la pieza de arte vuelvan a instalarse a finales del presente año o principios del próximo, una ocasión que ALBA, impulsora del monumento, aprovechará para dar aún más visibilidad a la memoria de la Brigada Lincoln.