El ministro de Justicia de Polonia, Zbigniew Ziobro, ha solicitado al Tribunal Constitucional polaco que dictamine si los artículos del Tratado de la Unión Europea que otorgan al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) supremacía frente a los tribunales nacionales son compatibles con la Constitución polaca.

El propio Ziobro confirmó hoy esta información y recordó que en 2009 el Tribunal Constitucional alemán ya recibió una consulta similar del Ejecutivo germano.

"No veo ninguna razón por la que no podamos plantear la misma pregunta que se hizo en Alemania a su Tribunal Constitucional", añadió Ziobro, quien dijo que Varsovia quiere analizar la posición de Polonia dentro de los diferentes ámbitos de la Unión Europea.

Según informan hoy medios locales, el ministro de Justicia espera que el Constitucional polaco declare como inconstitucionales las disposiciones del Tratado de la UE que permiten a los jueces de Polonia dirigirse al Tribunal de Justicia Europeo para plantear la validez de normas vinculadas al poder judicial.

La oposición liberal ha criticado esta posibilidad que, dicen, puede interpretarse como un paso hacia una hipotética salida de Polonia de la Unión Europea, lo que los medios polacos ya llaman "Polexit", una posibilidad que el Gobierno polaco ha negado en numerosas ocasiones.

Desde Bruselas, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, aseguró hoy estar al corriente y respaldar la decisión de su ministro de Justicia.

Desde su victoria en las elecciones de 2015, el partido nacionalista Ley y Justicia ha puesto en marcha una polémica reforma judicial, que incluye la reestructuración del Tribunal Supremo polaco, una medida muy criticada por Bruselas, que la considera una vulneración del estado de Derecho.

Esta norma rebaja la edad de jubilación de los jueces del Supremo de 70 a 65 años, lo que obliga a retirarse a parte de los que componen este órgano, incluida la presidenta de la institución, Malgorzata Gersdorf.

El pasado agosto, los propios miembros del Supremo polaco decidieron remitir la norma que reforma su estructura al TJUE para solicitar una opinión sobre su viabilidad, algo que no sentó bien al Ejecutivo polaco ya que, en teoría, paralizaba su reforma hasta el dictamen del Tribunal Europeo.

Sin embargo, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, nombró el 10 de octubre a 27 nuevos jueces del Tribunal Supremo, ignorando que la reforma de esta Corte debería de estar en suspenso, a la espera de que el TSJUE se pronuncie sobre su validez.