Ibrahim Mohamed Solih fue investido hoy nuevo presidente de Maldivas en una ceremonia en Malé a la que asistieron unos 13.000 invitados, entre ellos el primer ministro indio, Narendra Modi, y con la ausencia destacable del antiguo mandatario Abdulla Yameen, que denunció fraude electoral.

Solih juró su cargo en un acto dirigido por el presidente del Tribunal Supremo, Ahmed Abdulla Didi, que reemplazó a Abdulla Saeed tras ser detenido éste durante el estado de emergencia implantado en el archipiélago por Yameen el pasado febrero al asegurar que habían orquestado un intento de golpe de Estado para derrocarlo.

"He prestado juramento y declarado en el nombre de Dios. Un juramento para defender la Constitución y respetar los derechos del pueblo. Os aseguro que mantendré mi palabra", afirmó Solih en un discurso poco después de ser nombrado el séptimo presidente maldivo.

En el acto en el Estadio Nacional de Fútbol estuvieron presentes 66 de los 85 miembros del Parlamento maldivo de varias facciones políticas, en su mayoría diputados de la coalición que derrocó a Yameen en las elecciones del pasado 23 de septiembre.

"Os aseguro que no habrá discriminación entre los miembros de mi Gobierno. No olvidaré, ni por un segundo, cómo la gente votó por mí. Recordaré que la gente votó por mí para una coalición", subrayó Solih, que remarcó que devolverá los "derechos constitucionales" que tumbó el anterior mandatario durante su Gobierno.

Entre los invitados de honor se encontró el primer ministro indio, que se sentó escoltado por el expresidente Mohamed Nasheed, derrocado por Yameen y que regresó este mes del exilio, y por el exdictador y antiguo mandatario Maumoon Abdul Gayoom, que había sido detenido en febrero durante el estado de emergencia.

La India, que ejerce una fuerte influencia en Maldivas, es uno de los países que más abiertamente ha manifestado su satisfacción por la victoria de Solih, con una trayectoria política más propensa al diálogo con Nueva Delhi que con Pekín, como fue el caso de Yameen.

Yameen fue derrotado en los comicios del pasado 23 de septiembre por Solih tras recibir el apoyo de un 41% del electorado frente al 58% de su contrincante y se negó a acudir al acto al considerar que no se había respetado el "derecho de un amplio número de maldivos".

Aunque Yameen reconoció de manera casi inmediata los resultados electorales, más tarde denunció ante los tribunales que había existido fraude en los comicios con el uso de papeletas manipuladas, unas acusaciones que el Tribunal Supremo desestimó.

La clara derrota de Yameen también sorprendió a la oposición, que daba por hecho que se produciría algún tipo de amaño electoral por parte del entonces mandatario, que dirigió durante los últimos cinco años la nación entre acusaciones de autoritarismo.