La familia del sacerdote de Motril (Granada) detenido hace unos días en Venezuela por presuntamente haber abusado sexualmente de una menor en Maracaibo ha mantenido contacto con el Consulado de España en Caracas con el objetivo de que se le garanticen todos sus derechos y ha vuelto a defender que es inocente, pidiendo que se respete la presunción de inocencia hasta que haya una resolución judicial.

El hermano del religioso Iván Merino ha señalado que éste ya ha recibido la visita del cónsul, el cual ha trasladado a la familia que está "en condiciones aceptables" en el lugar donde se encuentra cumpliendo lo que podría considerarse una prisión preventiva hasta que avance la investigación.

"El cónsul le visitó para preocuparse por su situación humanitaria con respecto a si se están respetando los derechos humanos y considera que está en buen estado, en una situación aceptable, lo que nos ha dejado algo más tranquilos", ha relatado José Raúl Merino, que en el momento de la detención reconoció que temía por la vida de su hermano por las circunstancias en las que se produjo su arresto.

La familia aún no ha podido comunicarse con él directamente, de modo que la poca información que maneja procede de los abogados que le asisten en Venezuela y del Consulado de España en Caracas y de Maracaibo, con los que han querido contactar para que se garanticen todos los derechos que le amparan como ciudadano español.

A partir de aquí, la familia atraviesa una "situación complicada" y se muestra consciente de que "hay que dejar actuar a los tribunales de Venezuela" y que por el momento pocos pasos más podrán dar desde España hasta que haya alguna resolución. Una sentencia firme abriría la puerta a solicitar que cumpliera la condena en España, si bien defienden la inocencia de Iván Merino. Hace unos días remitieron a este país el certificado que acredita que el sacerdote no tiene antecedentes penales en España.

Este religioso perteneciente a la Orden de los Agustinos Recoletos dio clases en un colegio de Granada, pero no es sacerdote diocesano ni tiene cargo pastoral en esta provincia. Fue ordenado en Granada por un obispo de su congregación, que lo trasladó posteriormente fuera de España.

Merino, de 35 años, fue arrestado el pasado 24 de noviembre cuando agentes de la Policía del estado de Zulia detectaron un vehículo en el que se encontraba supuestamente en compañía de una menor que presuntamente manifestó a los agentes que había abusado de ella durante los últimos tres años.