El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado este lunes que durante su segundo mandato se centrará en lanzar una "ofensiva económica" para mejorar las condiciones de vida de los venezolanos, dando por "ahogadas las voces de la guerra", en alusión a quienes cuestionan la legitimidad de este nuevo periodo.

Maduro ha presentado ante la Asamblea Constituyente el balance de la gestión de su Gobierno en 2018, en medio de la tormenta política que se ha desatado por su decisión de iniciar el pasado jueves un segundo mandato que no reconocen ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional.

El líder ''chavista'' ha aprovechado su intervención para reivindicarse como presidente legítimo de Venezuela. Así, ha defendido que su Gobierno ha respetado el "ciclo democrático". "Se cumplió un calendario electoral que dio una lección democrática al mundo con la realización de cinco procesos electorales en 2018", ha indicado.

Además, ha acusado a la oposición de "improvisar" un "golpe (de Estado) con un barniz constitucional" para propiciar una intervención extranjera en Venezuela que le permita hacerse con el poder, si bien ha advertido de que cuenta con el apoyo de la Asamblea Constituyente y de los militares, que este mismo lunes le han reiterado su lealtad.

"Sopla tempestad que tengo pueblo, que tengo Fuerza Armada Nacional Bolivariana, tengo Asamblea Nacional Constituyente y tengo historia para maniobrarte", ha declarado, según informa la prensa local.

Maduro ha indicado que, una vez superadas las turbulencias políticas, el Gobierno centrará sus esfuerzos en recuperar la economía, que suma años de crisis que han dejado a los venezolanos sin productos básicos, como comida y medicamentos, y con una inflación de más de un millón por ciento, según datos del Parlamento y el FMI.

El inquilino del Palacio de Miraflores siempre ha achacado estas dificultades a la "guerra económica" que la oposición y sus aliados internacionales habrían desatado contra Venezuela para derrocar a su Gobierno. "2019 será el año de la ofensiva económica del pueblo y del Gobierno bolivariano", ha proclamado.

La ''hoja de ruta'' será el Plan de la Patria 2019-2025, que contempla un "sacudón" a las empresas estatales para hacerlas más eficientes. En concreto, ha abierto la puerta a la entrada de "capital mixto" para resucitar las compañías sin perder la propiedad pública.

Maduro también ha tendido la mano a los empresarios para que ayuden al Gobierno a reconstruir el tejido productivo de Venezuela, un país que depende en exceso de las importaciones porque la industria nacional se fue desmantelando poco a poco en los años de bonanza petrolera.

Entretanto, la oposición y los países de la región insisten en señalar a la Asamblea Nacional como única institución legítima de la nación caribeña. Desde las elecciones legislativas de 2015, que fueron reconocidas como válidas por todas las partes, la oposición ostenta la mayoría parlamentaria.

Los detractores de Maduro y su Gobierno consideran que los demás poderes del Estado han sido absorbidos por la Asamblea Constituyente, a la que también definen como producto de un proceso fraudulento, y que está controlada por el ''chavismo''.